La administración de Joe Biden no planea retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, porque considera que no cumple con los requerimientos exigidos por Estados Unidos, afirmó este jueves el Secretario de Estado, Antony Blinken.
“No tenemos previsto eliminarla [a Cuba] de la lista”, aseguró Blinken durante una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
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El jefe de la diplomacia estadounidense respondió las interrogantes sobre Cuba en un intenso intercambio con la congresista republicana María Elvira Salazar, quien se refirió al tema mencionando “rumores existentes” sobre la eliminación del régimen cubano del listado de naciones patrocinadoras del terrorismo.
“Permítame ser bien claro… No hay ninguna revisión automática ni obligatoria [sobre el listado]. Hay varios miembros [del Congreso] que se han interesado por esta cuestión y la ley establece criterios muy claros para rescindir las designaciones… Hay un listón muy elevado para hacerlo”, explicó Blinken.
Salazar retomó la palabra. “Entonces, ¿cree que hasta este momento Cuba ha cumplido o no con ese listón tan alto?”, le preguntó.
“En este momento, es evidente que no”, respondió el funcionario.
“Bien. Entonces, ¿eso significa que usted se compromete ahora mismo, en público, bajo juramento, a que el Departamento de Estado no planea retirar a Cuba de la lista de Estados terroristas?”, prosiguió la legisladora cubanoamericana.
“A lo que me comprometo es a que, si se va a hacer esa revisión, será en base a la ley y a los criterios de la ley establecidos por el Congreso, que, como dije, es un listón muy alto”, agregó Blinken.
Salazar es promotora de un proyecto legislativo para impedir que Cuba sea sacada de la lista de naciones patrocinadoras del terrorismo hasta que no cumpla requisitos esenciales de un país democrático, libere a los presos políticos y realice elecciones multipartidistas. La propuesta fue presentada inicialmente en 2021 y reintroducida el pasado enero en la Cámara de Representantes.
La ratificación de Blinken sobre la permanencia de Cuba en la “lista negra” del terrorismo del Departamento de Estado cierra las puertas a versiones extraoficiales de que Washington se preparaba para flexibilizar esa sanción clave, reimpuesta por la administración de Donald Trump en enero de 2021.
El procedimiento para levantar las sanciones a un país incluido en el listado se inicia con una comunicación del Presidente al Congreso, 45 días previos a la decisión, que debe estar fundamentada en el comportamiento de la nación sancionada y el compromiso de no participar en actividades terroristas en el futuro.
Históricamente, Cuba fue incluida por primera vez en el listado de países patrocinadores del terrorismo en 1982 y figuró con esa designación hasta 2015, cuando el presidente Barack Obama levantó la restricción como parte de la política de deshielo hacia la isla.
La sanción implica severas limitaciones financieras para el régimen cubano, y trabas para operar transacciones bancarias y obtener líneas de crédito a nivel global.
En meses recientes, los acercamientos diplomáticos mediante visitas de delegaciones de alto nivel a La Habana, viajes de funcionarios gubernamentales cubanos a Estados Unidos y reuniones para fijar estrategias comunes en temas migratorios y de seguridad, tejieron la percepción de que se aproximaba una flexibilización de la política de la Casa Blanca.
El pasado enero, la administración Biden reanudó en La Habana el llamado Diálogo sobre aplicación de la ley con el gobierno cubano, congelado desde 2018.
Varios mandatarios de la región, como el colombiano Gustavo Petro y el mexicano Andrés Manuel López Obrador, pidieron recientemente a Biden la exclusión de Cuba del listado de patrocinadores de terrorismo.
Las señales sobre la posible salida de Cuba de la lista que comparte con Irán, Siria y Corea del Norte, parecieron aflorar también luego de las gestiones del Papa Francisco y su enviado especial a La Habana, el cardenal Beniamino Stella, quien pidió al gobernante Miguel Díaz-Canel la liberación de presos políticos, especialmente los involucrados en las manifestaciones del 11J.
A finales de febrero, el Departamento de Estado publicó su Informe por Países sobre Terrorismo (CTR) correspondiente a 2021, lo cual fue interpretado como un recordatorio de Washington en el caso de Cuba.
Una fuente del Departamento de Estado vinculada a la elaboración del informe aclaró a CiberCuba que la publicación del informe se había retrasado por “limitaciones de recursos y problemas de procedimiento relacionados con el contenido”, pero enfatizó que no implicaba ninguna novedad o anuncio.
“No anunciamos cosas en los informes por Países sobre Terrorismo, sino que se entiende mejor como un documento histórico”, dijo el funcionario, que pronosticó que “el reporte de 2022 sea algo similar”.
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