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El gobierno cubano reconoció que la ciudad de Trinidad, en Sancti Spíritus, es un destino turístico que no vende lo necesario a los visitantes que allí llegan.
Juan Carlos García Granda, ministro de Turismo, reconoció esto durante el balance anual del sector en esa ciudad del centro de Cuba, donde las autoridades locales mostraron también otras deficiencias.
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"Los turistas solo permanecen 2.2 días como promedio, cuando tenemos atracciones para retenerlos hasta cinco”, acotó la delegada de Cubanacán en el municipio, Mayelín Ferrer Espinoza, según un reporte del periódico oficialista Escambray.
El sector estatal en ese destino turístico, uno de los más emblemáticos de Cuba, tiene planeado recibir en el año unos 295,528 viajeros, sin embargo, todo parece indicar que no se cumplirá la cifra porque Trinidad sigue haciendo las cosas mal.
García Granda reconoció que aunque se reparan y abren nuevos hoteles estatales, tiene que existir un "cambio de mentalidad" y en ese sentido incitó a los funcionarios cubanos a gestionar los recursos como lo hace el sector privado, una declaración insólita si se tiene en cuenta que el turismo es una industria que controla mayoritariamente el gobierno.
Es precisamente ese el mayor problema que ven los economistas liberales cubanos, quienes consideran que el éxito del sector pasa por una mayor participación del sector privado, tal y como ocurre en otros destinos de la región como República Dominicana, que tiene cifras similares a las de 2019, antes de que el mundo se afectara por la pandemia del coronavirus.
En Cuba el turismo se afectó no solo con el cierre de fronteras, sino por la gestión empresarial del estado que encareció los precios de hoteles y servicios, convirtiendo el país en un destino poco atractivo, además de los efectos que tuvo en la economía la Tarea Ordenamiento, con un incremento de la escasez y de la inflación.
El gobierno espera recibir en 2023 unos tres millones de visitantes, cifra que se queda por debajo de los datos prepandemia, y que, de acuerdo con el economista Elías Amor, será imposible alcanzar, porque el estado controla absolutamente todo y no se ofrece un producto atractivo.
"En 2023 no se alcanzarán los niveles perdidos antes de 2020 y ello tendrá repercusiones muy negativas sobre el conjunto de la actividad económica de la isla", escribió en su blog Cubaeconomía..
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