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El sacerdote cubano Jorge Luis Pérez Soto, de la Parroquia San Francisco de Paula en La Habana, pidió ayuda para encontrar a sus dos perras.
Pérez Soto, un crítico del gobierno cubano, comentó en su Facebook que el domingo, "en desafortunado incidente", se perdieron las dos perritas, Luna y Sasha, en el barrio de Los Pinos del municipio Arroyo Naranjo donde vivían.
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"No sabemos si han sido robadas o si han escapado", dijo el párroco.
Según la información, Luna es blanca y negra y tiene los ojos azules, mientras Sasha es blanca, negra y gris, y tiene un ojo carmelita y el otro azul.
El padre dejó su teléfono para que quien tenga alguna información de ayuda lo llame. El número es: +5352529176.
A menudo los cubanos dueños de animales acuden a las redes sociales para denunciar el robo o la pérdida de sus mascotas, e incluso hay quien ofrece alguna recompensa a quien las encuentre.
Hace un mes Tamara Olegovna Pupo, de Holguín, pidió ayuda desesperada para recuperar a su perro, un Husky Siberiano pura raza de tres años, con pedigree de criadero de Eclipse de Lobos de la Habana y registrado en la Federación Cinológica de Cuba.
La mujer acusó a "personas sin escrúpulos, sin piedad" de entrar al patio de su casa y llevarse a uno de sus perros y otras cosas. Pero ella solo le importaba encontrar al animal y ofreció una recompensa.
"Ofrezco una sustanciosa recompensa a aquel que me lo devuelva. No me importa el dinero, no se le preguntará nada, sólo lo quiero en casa. Es una parte de mi alma la cual me fue arrancada sin piedad", afirmó.
En agosto pasado, una joven ofreció una recompensa de 200 dólares para el que encontrara a su perrita Rocío, que se perdió en La Habana por la Calzada de Vento, entre la Avenida Este y la calle Estrada, en el Casino Deportivo.
La perrita, algo más grande que un Chihuahua, llevaba con la familia alrededor de 10 años, por lo que era considerada un animal viejo, incluso tenía algunas canas alrededor de su boca.
Su dueña, Vanessa Maceo, señaló que los dueños no acostumbraban a sacar la perrita fuera de la casa, por lo que no conocía la calle ni los carros, ni era un animal que se daba con todo el mundo.
En mayo del año pasado, otra joven cubana prometió entregar 5,000 pesos a quien le retornara la mascota de la familia: un gallo llamado Pollito, que fue robado del patio de su casa en Santa Clara, y rogó que no se lo mataran.
"No es un gallo de patio, lo crie dentro de casa como un perrito. Suplico no me lo maten, yo pago 5,000 pesos por él. Por favor, no preguntaré nada, solo devuélvanlo y les pago. Estoy desesperada, no imaginan el amor tan grande que le tenemos", subrayó en su muro de Facebook.
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