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El gobierno de Las Tunas, en el oriente cubano, topó en 160 CUP el precio de la libra de arroz en medio de la crítica situación alimentaria que atraviesa el país y una inflación económica sin precedentes.
Aunque el discurso oficial utiliza el eufemismo "concertar" para referirse a la nueva medida, la realidad es que se trata de una imposición a productores y comercializadores, acusados de ser especuladores y los únicos responsables del incremento de los precios.
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Puerto Padre, Colombia y Manatí son otros municipios tuneros que toparon los precios de productos agrícolas y reforzaron el control sobre aquellas personas que los venden, la mayoría de ellos en el sector privado, según la emisora de radio Tiempo 21.
El listado de precios topados publicado por la presa oficialista es el siguiente:
- arroz consumo $ 160 lbs
- plátano vianda $15 unidad
- yuca $ 15 lbs
- boniato $25 lbs
- plátano burro $ 50 mano
- tomate $ 40 lbs
- calabaza $ 20 lbs
Las autoridades de Las Tunas adelantaron que cada semana deberán revisarse los precios, por tanto, podrán ir fluctuando constantemente todo con el fin de controlar la inflación económica.
En medio del déficit de alimentos y los elevados precios que adquieren en el mercado informal productos como el arroz, que se comercializa hasta en 250 pesos la libra, el gobierno vuelve a la medida de topar precios para controlar la situación, lo que genera rechazo por parte de productores y vendedores.
Productores agrícolas de Pinar del Río mostraron su rechazo a la imposición del gobierno, sobre todo porque no existe un mecanismo de protección ciudadana que les permita exigir a las autoridades topar los precios que se venden en tiendas estatales.
“Topar precios, hasta hoy y creo nunca será una buena solución ni siquiera transitorio. Los problemas no se resuelven en las ramas; se resuelven en las raíces y esas los responsables no las tocan”, lamentó un cubano tras el anuncio.
Los efectos de topar precios son varios y para el economista cubano Elías Amor las consecuencias son nefastas en un país como Cuba, que se encuentra en un proceso de estanflación, que se produce cuando, al mismo tiempo, conviven un estancamiento económico y una subida de precios intensa.
"La práctica de topar precios es ajena a los principios y reglas fundamentales de la Economía, y además, provoca efectos muy desfavorables tanto para los consumidores como para los productores. A los primeros, los obliga a padecer escasez y ver cómo desaparecen de las estanterías de los comercios los productos que se someten a controles. A los segundos, los lleva a obtener pérdidas como consecuencia de la actividad productiva. Nadie sale ganando de este tipo de políticas", escribió Amor en su blog.
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