Un fanático cubano con una corneta ha llamado la atención en el primer juego de Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol.
Pablo Ávila, un cubano que trabaja de camionero en Houston, no se ha perdido un partido de Cuba en la historia de estos torneos, asegura un reporte de Matt Monagan para el sitio oficial de Mayor League Baseball (MLB).
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“Soy de Cuba, pero vivo en Houston. Soy camionero”, comentó Ávila, quien llamó la atención por el sonido de su corneta luego de cada jugada, en el juego inaugural en que Holanda derrotó a Cuba.
Este fanático afirma que ha seguido a la selección cubana además a Juegos Olímpicos, torneos juveniles y mundiales.
“A donde vayan, yo voy”, dice.
Ávila, quien es un conocido tanto para los peloteros cubanos como para el público en Taiwán, espera muchos de los cubanos en este torneo.
“Son muy buenos. Uno de los mejores equipos que he visto. Como el de la década de los 90”, considera.
Este martes, el primer equipo Cuba que incluye en su roster a peloteros desvinculados de la federación doméstica se estrenó con derrota ante la bestia negra holandesa, esta vez cuatro carreras por dos y con una nueva exhibición de incapacidad con el madero.
Pese a la buena actuación del abridor Yariel Rodríguez, quien se presentó con velocidad en las 95-97 mph y una muy buena slider, la pobre ofensiva cubana de tres indiscutible apenas aportó a la causa de los de la Isla.
Los caribeños ahora se enfrentarán a Italia el próximo jueves a las 6 de la tarde hora de Cuba.
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