La recuperación de miles de hectáreas de bosques destruidas por un incendio forestal de gran magnitud en Pinares de Mayarí, al oriente de Cuba, puede tardar hasta 40 años.
Aunque por el momento no hay datos concretos sobre el verdadero impacto medioambiental del siniestro, porque continúan sin sofocar las llamas del fuego, las autoridades cubanas hacen algunas valoraciones previas.
Expertos del Centro de Meteorología Agrícola explicaron que la intensa sequía, la cantidad de días consecutivos con altas temperaturas y la falta de humedad en el suelo son factores predominantes en la magnitud de este incendio, informó el periódico oficialista Granma.
El Cuerpo de Guardabosques de Cuba registró de 227 incendios forestales en lo que va de año, cifra que pudiera aumentar si se tiene en cuenta que el período seco en el país se extiende hasta el 31 de mayo.
Esos números casi igualan la cantidad de 284 contabilizados en 2022 y que dejaron un saldo de 1,876 hectáreas de bosques destruidas, el mayor registro de los tres años precedentes.
Pinar del Río, Artemisa, Holguín, Camagüey y el municipio especial Isla de la Juventud fueron los territorios que más daños reportaron a la flora y la fauna silvestre.
Un dato preocupante para las autoridades cubanas es el total de incendios forestales provocados por negligencias humanas, que de acuerdo con las cifras oficiales, superan el 90 %.
Por la magnitud del siniestro fue necesario evacuar a vecinos del municipio Mella, en Santiago de Cuba, quienes comenzaron a sufrir problemas respiratorios.
El actual siniestro comenzó a finales de enero y las instituciones cubanas no han sido capaz de controlar en su totalidad el fuego, a pesar del despliegue de recursos humanos y tecnológico.
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