Unos 15 mil trabajadores del sector eléctrico abandonaron sus puestos los dos últimos dos años a causa de los bajos salarios percibidos y en medio de una alta inflación en Cuba.
Según trascendió en una nota de un medio oficialista, en 2021 el éxodo alcanzó la cifra de 6,612 y al cierre de septiembre del 2022 era de 8,089, pues los trabajadores buscan nuevas alternativas en la empresa privada para aumentar sus ingresos mensuales.
Entre las principales causas de la partida de los electricistas que laboran en ese sector se encuentra en el primer puesto los bajos salarios, pero también la derogación de muchos beneficios ofrecidos a los trabajadores, que fueron eliminados con la Tarea de ordenamiento.
"La disminución significativa en la aplicación del pago a destajo por la no disponibilidad de medios y recursos materiales debido a la falta de financiamiento; muy limitada la posibilidad de fuentes que permitieran la distribución de utilidades, falta de financiamiento para frenar el deterioro de estas e introducir mejoras tecnológicas, por lo que se han empeorado las condiciones laborales", dijo George Batista Pérez, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Energía y Minas (SNTEM).
Recientemente, el SNTEM implementó 12 acciones relacionadas con la "estimulación moral" y la atención a los trabajadores, que contemplan el establecimiento de un sistema de atención y seguimiento "para el mejoramiento gradual y sistemático de las condiciones laborales y de vida de los trabajadores"; la realización de chequeos de emulación "con la frecuencia requerida", la revisión y evaluación de los Convenios Colectivos de Trabajo y el pago por alto desempeño.
Sin embargo, el éxodo de electricistas continúa e intentan retener a los especialistas con un "nuevo sistema de pago", el cual permite incrementar el salario básico mensual, a partir de varios parámetros.
Carlos Rafael Quintero Cabrera, secretario general del sindicato de la termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos, señaló que en la planta tenían más de 40 puestos vacantes, porque quienes los ocupaban se habían ido y, aunque aseguró que ello no incidía en la generación eléctrica, reveló que los nuevos operarios que debían formar demoran unos cinco años en prepararse.
Muchos trabajadores han pasado al sector privado donde generan ingresos que suponen el doble de lo obtenido en las empresas estatales del sector energético.
José Manuel Hernández, mecánico industrial de Cienfuegos, contó a Trabajadores que, aunque disfrutaba su trabajo en la empresa eléctrica, su nuevas funciones en un negocio privado lo llevaban a tener grandes ingresos.
Un reportaje de la televisión estatal en la termoeléctrica Antonio Guiteras, de Matanzas, expuso el año pasado la desmotivación de su mano de obra calificada debido a los bajos sueldos que cobran tras adoptarse la política de reordenamiento económico.
La baja remuneración no solo afecta a los trabajadores de empresas eléctricas. También los comunales, en medio de la alta inflación y las críticas condiciones de trabajo, buscan nuevas vías de ingreso.
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