El gobierno del presidente salvadoreño Nayib Bukele trasladó la madrugada del viernes último a 2,000 pandilleros al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), en Tecoluca, San Vicente, una mega cárcel diseñada para resguardar a 40,000 criminales.
"Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población”, aseguró en Twitter el mandatario de El Salvador.
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Según la información aportada por el diario El Nacional, un contingente de autobuses salió desde el penal de Izalco, custodiado por helicópteros, drones y vehículos militares.
En el video insertado por Bukele en sus redes sociales, los reos, sin más ropa que un short blanco, y descalzos, fueron agrupados dentro del reclusorio, en el piso, y conducidos a sus celdas posteriormente, con sus manos esposadas en la espalda.
En medio de una fuerte ofensiva contra las pandillas, Bukele inauguró la gigantesca prisión a inicios de febrero, con el objetivo de recluir a los cabecillas de las pandillas, incluidos los jefes de las llamadas clicas o grupos, sus miembros y colaboradores.
El complejo, del que se ha asegurado que es la prisión más grande de Latinoamérica, está dotado de alta tecnología para evitar fugas, y se ubica en un valle rural en las afueras de la ciudad de Tecoluca, unos 74 km al sureste de San Salvador.
Organizaciones como Human Rights Watch han considerado que el megapenal viola tratados internacionales como las reglas de las Naciones Unidas que establecen que una cárcel no debe tener espacio para más de 500 reclusos.
En el CECOT los reclusos no tendrán ningún contacto con el exterior y solo abandonarán sus celdas para audiencias de los tribunales de justicia, que se efectuarán por videoconferencia.
“Con esta cárcel el gobierno de Nayib Bukele en El Salvador muestra que no tiene planes claros para prevenir el delito. Su opción principal es un estado de ‘excepción’ permanente en el que se cometen violaciones de derechos humanos”, señaló en su cuenta de Twitter Carolina Jiménez, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), indicó Los Angeles Times.
Ese medio reveló que El Salvador registró en 2015 unos 6,656 homicidios, una tasa de 106 muertes violentas por cada 100,000 habitantes, mientras que en 2022 la cifra se redujo a la mitad tras la ofensiva del gobierno.
El presidente de El Salvador se identificó en su biografía de la red social Twitter como “el dictador más cool del mundo mundial”.
Llegado al poder en 2019, Bukele consiguió capitalizar el descontento de la población contra los partidos tradicionales en unas elecciones en las que una amplia mayoría de salvadoreños le dieron su voto en la primera vuelta.
Los medios oficialistas cubanos lo han criticado fervientemente. Hace dos años recriminaron que Bukele aprobara el uso del bitcoin en territorio salvadoreño y negociara “en secreto con los pandilleros para rebajar la presión”.
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