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Un hombre de origen cubano se atrincheró en la tarde de este miércoles en su casa, localizada en el 85 west y la 60 calle de la ciudad de Hialeah, en el condado de Miami-Dade, tras protagonizar previamente una persecución policial.
El hombre, de 53 años, comenzó a ser perseguido en la ciudad de Homestead, luego tomó el Turnpike y condujo a gran velocidad por la I-75 hasta llegar a su domicilio.
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Durante el trayecto, varias patrullas de la policía persiguieron al conductor, que manejaba una camioneta SUV Kia, modelo Telluride y de color negro.
El cubano, que aparentemente se encontraba armado, habría amenazado con dispararles a las autoridades si estas se le acercaban, por lo que la policía mantuvo la distancia con el auto, que era conducido a gran velocidad.
Una vez que llegó a su residencia en Hialeah, el hombre se bajó de la camioneta en total calma y se dirigió al interior de la vivienda, donde se le vio asomado por una ventana mientras las autoridades comenzaron a rodearla con un equipo SWAT de respuesta rápida.
El episodio acabó cuando el cubano se entregó a las autoridades tras una negociación en la que colaboró su hermano, Henry González, quien alega que su familiar está pasando por un momento muy difícil.
“No es una persona mala. Es una persona muy buena, tiene un corazón del tamaño del barrio este entero”, dijo en declaraciones a America Tevé, Henry González.
“Mi hermano ha sufrido muchos percances, accidentes de familia. Un hijo de él se murió, yo también perdí un hijo hace unos años, mi mamá se enfermó, mi hermano se murió hace un año y medio. Todo esto lo tiene mal y parece que su esposa también intentó algo que no debía y por eso se volvió loco”, añadió en referencia a los problemas personales que habrían llevado a su hermano a tal comportamiento.
“Un señor sufriendo de una crisis, amenazando que se quería quitar su propia vida. Gracias a Dios recibimos información que estaba camino a su casa en Hialeah. Esperamos a que llegara y una vez allí nuestras unidades lo convencieron de que saliera de esa casa sano y salvo”, dijo Eddie Rodríguez, portavoz del Departamento de Policía de Hialeah.
El cubano, identificado por su familia como “Víctor”, está recibiendo atención médica y no enfrenta cargos policiales por lo sucedido.
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