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El Ministerio de Turismo de Cuba (MINTUR) confirmó este viernes que el rapero Tekashi 6ix9ine no lanzó dólares en el Paseo del Prado en La Habana la tarde de este jueves, y dijo que los hechos atribuidos inicialmente al artista perseguían "claros fines de provocación".
"Dos personas ajenas al cantante, uno de ellos fingiendo ser él de forma irrespetuosa y con claros fines de provocación, lanzaron billetes hacia la población. El MINTUR confirma que los hechos ocurridos no están vinculados con el artista urbano Tekashi 6ix9ine. En estos momentos el cantante continúa su visita privada en el país", escribió la entidad gubernamental en su perfil de Facebook.
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Es la primera reacción oficial del gobierno cubano a raíz del incidente provocado por la visita del rapero neoyorquino a La Habana.
Tras su llegada, numerosos seguidores se acercaron este jueves al hotel Packard, donde se hospeda, para lograr ver al artista y tomarse fotos. En medio de la excitación por su presencia en Cuba, el público conglomerado afuera del inmueble fue testigo de una "lluvia de dólares" que lanzaron dos individuos cubanos simulando ser el visitante estadounidense.
La prensa gubernnamental y las cuentas de redes sociales asociadas al oficialismo no han perdido oportunidad para calificar el acto como una "provocación" y un "bochorno".
Randy Alonso, el moderador del espacio televisivo Mesa Redonda dijo en un artículo publicado en el portal oficialista Cubadebate, que esos hechos le recordaron “la humillación en la república neocolonial”, cuando los “marinos estadounidenses en el puerto de La Habana arrojaban sus monedas al mar para que los chicos pobres que por allí merodeaban se lanzaran al agua a tratar de apropiárselas”.
Los voceros del régimen no han tardado en reprochar los actos pero sin referirse a la aguda crisis entre los jóvenes cubanos, que se apostaron afuera del alojamiento del rapero.
El alboroto le ha dado margen al régimen para movilizar el aparato represivo, acordonar el Paseo del Prado y desplegar a las fuerzas policiales para evitar que se repita el hecho. En medio de esta situación, los jóvenes seguidores del cantante son empujados al malecón e imposibilitados de esperar por su aparición pública.
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