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Al menos 13 pacientes del Hospital Psiquiátrico de Holguín murieron la semana pasada por afectaciones respiratorias, aunque ningún medio oficial cubano ha confirmado la noticia hasta el momento.
Un trabajador del sector de la salud que se mantuvo en el anonimato, reveló a la agencia independiente CubaNet que hubo una quincena de fallecimientos por bronconeumonía y broncoaspiración.
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Otro profesional cercano al caso señaló que fueron 13 muertes, aunque coincidió en las causas de las muertes.
Una tercera fuente dijo que las víctimas eran 16, y que el motivo fue desnutrición, anemia y bronconeumonía.
"En resumen, por mala atención", afirmó uno de los galenos, que además comentó que los enfermos sufrían frío y no tenían el avituallamiento necesario.
CiberCuba contactó esta semana a dos empleados del sector de la salud en Holguín que confirmaron los hechos pero declinaron ofrecer detalles por temor a represalias.
"Estos hechos se han manejado con total hermetismo en las altas esferas del gobierno provincial y la dirección de Salud Pública", dijo una fuente desde la capital holguinera.
De los fallecidos, hasta ahora solo ha trascendido que eran personas de la tercera edad.
Los sanitarios también dijeron que una comisión de altos funcionarios del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) viajó a Holguín tras el trágico suceso.
La dirección de salud del municipio cabecera informó en su muro de Facebook de un "intercambio" del director municipal y su consejo de dirección con el colectivo del hospital psiquiátrico.
"Se ratifica el compromiso de los trabajadores para cumplir cada uno lo que le corresponde y hacerlo bien, para garantizar la calidad de la atención médica a los pacientes", dice escuetamente el post, sin hacer referencia a las muertes.
Por su parte, Julio Yamel Verdecia Reyes, director provincial del MINSAP, compartió fotos en su Facebook de un recorrido en horario nocturno por el centro, con los subdirectores provinciales y la directora del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, para evaluar "el estado de satisfacción de pacientes y familiares, así como la calidad de la asistencia médica y de enfermería brindada en la institución".
Las fuentes de CubaNet aseguran que ya se tomaron medidas administrativas contra los médicos y enfermeros involucrados, además de que se creó un equipo de especialistas para chequear a los pacientes ingresados.
Se realizó una investigación, tras la cual Verdecia Reyes ordenó que los otros pacientes que quedaban en el Psiquiátrico fueran trasladados a las salas de geriatría de otros hospitales como el Vladimir Illich Lenin y el Lucía Íñiguez Landín.
Las causas que originaron los fallecimientos serán discutidas en un plazo no mayor de 72 horas.
Una alta funcionaria de salud en la provincia criticó la mala atención a los enfermos, y criticó las "pésimas historias clínicas, diagnósticos desacertados y falta de supervisión de los especialistas", lo que consideró una falta de respeto.
"Daban lástima las condiciones de esos pacientes: caquécticos, con sarna, piojos…", comentó a CubaNet un médico.
Este no es la primera muerte masiva de pacientes ingresados en un hospital psiquiátrico cubano. El caso recuerda una tragedia similar ocurrida hace más de una década en La Habana, a causa de negligencias en el cuidado de los pacientes.
En enero de 2010, 26 pacientes del Hospital Psiquiátrico de La Habana, conocido como Mazorra, murieron por hipotermia durante un fuerte frío que afectó la ciudad.
El trágico evento, que escandalizó a la opinión pública, no pudo ser ignorado por la prensa oficialista.
El Ministerio de Salud Pública decidió entonces crear una comisión para investigar lo ocurrido, que identificó deficiencias causadas por la no adopción oportuna de medidas.
Un año después, se efectuó un juicio contra una decena de imputados -médicos, administradores y otros empleados del hospital-, a los que se acusó de las 26 muertes del Psiquiátrico de La Habana. Los resultados del proceso judicial fueron divulgados en enero de 2011, y arrojaron condenas que oscilaron entre 15 y cinco años de prisión para los 14 acusados, entre ellos el director de la instalación, Wilfredo Castillo Donate.
El juicio se realizó a puerta cerrada y estuvo a cargo del Tribunal Provincial, que sesionó en el Tribunal Municipal de Diez de Octubre.
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