Los compañeros Lis Cuesta Peraza y Rogelio Polanco Fuentes tienen problemas ideológicos porque no acaban de encontrar el sitio ni el tono adecuado a sus soflamas infantiles.
Polanco es una mezcla de cura costumbrista y matraca infantil, que recita cansinamente su padrenuestro de placidez y resignación ante el desastre y el empobrecimiento comunista; como aquella niña de agáchate y vuélvete a agachar, que si no te agachas no sabes jugar...
El maniqueísmo del jefe de la cuadrilla ideológica choca contra la racionalidad y eficacia de un mundo que camina a 5G y la mayoría de la juventud cubana sueña con el ancho de banda supersónico y no con la epopeya gris de Polanco; salvador de almas descarriadas y voz de sus amos.
Por culpa de Rogelio Polanco la Asamblea Nacional tuvo que posponer el debate de la nueva Ley de Comunicación Social; un texto represivo, enloquecido y baldío como tantas ocurrencias del tardocastrismo; pero la casta verde oliva y enguayaberada no come miedo, y convierte cada revés en victoria, y pretende hasta reformar legislaciones internacionales para proteger a los pueblos, que no han pedido ser protegidos ni la cabeza de un guanajo.
Si tanto desvelo causa en Polanco los atropellos contra la comunicación en el mundo, ¿cómo explica que haya sido incapaz de proteger al periodista y humorista Jorge Fernández Era, citado recientemente por la Seguridad del Estado?
El miembro del Buró Político del anticubano partido comunista dijo a Rebelión que tiene un plan para "arrebatar las redes sociales al enemigo"; las carcajadas aún se oyen en el Polo Sur.
A ver, Rogelio, si tu gobierno no tiene ni para devolver el importe de los pasajes aéreos entre Nueva Gerona y La Habana; ¿cómo vas a arrebatar nada a nadie?, déjate de arrebatos y, si te creíste el cuento, que el M-26-7 arrebató las armas al enemigo; peor para ti.
La esposa del presidente cubano no desperdicia ocasión para mostrar que su difuso estatus de consorte viajera ha acentuado su obsesión por el estrellato militante.
A Cuesta le cuesta encontrar su sitio en la pandilla habanera y pese a su "brillante" tesis doctoral; dizque Abel Prieto, saltando va, saltando viene entre comelatas, shopping y solemnidades, donde da rienda suelta a su apetito, superficialidad y bobería, como en su reciente exaltación de Iroel Sánchez y la conveniencia de cambiar de horario su teque televisivo.
Hace años, que los cubanos eligieron a Pánfilo y El paquete como líderes de audiencia y lo más saludable sería cerrar las televisiones nacionales y provinciales y poner en manos de Luis Silva, sus talentosos guionistas y los gestores del paquete un canal sensato y rentable con publicidad; alejado de la perniciosa influencia de Iroel, Polanco y Lis, entre otros descerebrados del Bejuco ubí.
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