Una cubana entrevistada por la youtuber Hilda Núñez Díaz (Hildina) agradeció a la revolución y cambió de opinión en menos de tres minutos luego de reconocer la crisis económica y sanitaria del país y los insuficientes ingresos que perciben los ciudadanos.
Hildina recorrió este fin de semana un mercado agropecuario en Santiago de Cuba y ayudó a varias personas a comprar comida gracias al apoyo de unos suscriptores de su canal de YouTube. En el lugar, entrevistó a una mujer que empezó a agradecer a la revolución pero se contradijo rápidamente.
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"No les voy a hablar mal de la revolución porque le agradecemos que somos libres, andamos en donde sea, la medicina es gratis", dijo la santiaguera a Hildina, y continuó: "Pero a veces no hay cosas. Ahora mismo mi medicamento no aparece".
Aunque intentó insistir en las razones por las cuales habría de tener gratitud con el gobierno, ante las preguntas de la influencer que indagaba por sus ingresos y la disponibilidad de medicamentos, la mujer terminó declarando que con la pensión del esposo conseguía "un poquitico de esto, un poquito de lo otro".
Su cónyuge, que fue machetero, sale a cortar yerba para comprar comida con lo poco que consigue.
"No le tengo que agradecer nada", expresó luego de contar que estuvo ingresada 15 días y bajó de peso, porque en los hospitales "no hay nada".
Hildina, con un total de 16,000 pesos donados por dos suscriptores alemanes, filántropos, facilitó la compra de alimentos a algunos ciudadanos que acudieron al mercado.
Varios reconocieron percibir ingresos por debajo del salario mínimo (2,100 CUP). Una señora que dio su testimonio a Hildina reveló que entre ella y su esposo cobran apenas 2,600, que no les alcanza para adquirir los alimentos necesarios.
Otros ancianos que no reciben pensión confesaron hacer trabajos de todo tipo para sobrevivir, desde lavar ropa a vender sus productos de la canasta básica, "luchando", admitieron.
La joven youtuber fue detenida esa misma jornada por oficiales de la policía e interrogada en plena calle por su obra altruista porque alguien los alertó de la generosidad de la santiaguera, pensando que era una "americana"; aunque para la policía no habría problema si no habla mal del gobierno.
La también profesora fue amenazada hace poco tiempo por la dirección de la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, por publicar en las redes sociales videos que muestran la realidad del país.
A la joven, que comparte en su canal la crisis que atraviesa el pueblo cubano, le llamaron la atención e intimidaron, recalcando que si continuaba, el asunto llegaría a otro nivel.
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