Una familia residente en Cayo Hueso, Florida, pasó un gran susto luego de que su hijo de 22 años permaneciera durante dos horas perdido en el mar tras ser arrastrado por la corriente mientras buceaba.
Luego de una búsqueda desesperada -en la que participó la Guardia Costera- la familia protagonizó un emotivo momento cuando reconocieron en mitad de las oscuras aguas al joven Dylan Gartenmayer.
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El video del incidente -ocurrido el pasado jueves- se ha viralizado en redes sociales luego de que un miembro de la familia lo publicara en TikTok, donde cuenta con casi cinco millones de reproducciones.
De acuerdo con el relato de sus familiares, el joven estaba buceando junto a un arrecife en compañía de unos amigos cuando una fuerte corriente lo sumergió en el agua. Dylan dijo que estaba buceando libremente a unos 35 pies cuando la corriente lo arrastró hasta 150 pies de profundidad.
Dice que estuvo bajo el agua durante casi dos minutos, todo el tiempo conteniendo la respiración. Al salir a flote otra vez estaba a una milla de distancia de donde estaba buceando originalmente.
Gartenmayer no es un novato, ya que bucea desde los 11 años, algo que lo ayudó a sobrevivir la experiencia.
"Tenía un montón de carnada flotando a mi alrededor. Sabía que había peces grandes comiendo esos cebos y que había tiburones que iban a estar poco después por la zona. Estaba listo para pelear toda la noche, pero me alegro de no haberlo tenido que hacer”, relató en declaraciones a medios locales.
Mientras estaba a la deriva, el joven encontró un palo de bambú y lo utilizó para mantenerse a flote. Luego nadó cerca de tres kilómetros para volver al arrecife. A Dylan se le ocurrió, además, cortar y atar lo que se conoce como "bolas de amarre" para hacer una balsa improvisada.
Después de casi dos horas de angustia, las imágenes que se han vuelto virales revelan la emoción de sus familiares al verlo en el medio del agua. En el video se escuchan los gritos de emoción y se ve a la madre del joven abrazándolo en el instante en que Dylan fue subido a la embarcación.
Miembros de la Guardia Costera determinaron que su temperatura corporal era baja, pero una vez que confirmaron que se había estabilizado, el joven pudo regresar a casa.
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