Los senadores republicanos por Florida, Marco Rubio y Rick Scott, pidieron a la Administración Biden que no haga concesiones al régimen cubano, tras el reinicio esta semana del llamado “Diálogo sobre aplicación de la ley” entre Washington y La Habana.
Ambos senadores enviaron una carta al Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, al Fiscal General de EE.UU., Merrick Garland, y al Secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas instando a sus agencias a utilizar este diálogo para promover las libertades políticas y económicas del pueblo cubano, en vez de otorgar concesiones al régimen cubano, apuntó este miércoles un comunicado difundido por la oficina del senador Rubio.
La nota apuntó, además, que “funcionarios de los Departamentos de Estado, Justicia y Seguridad Nacional de EE.UU. se encuentran en La Habana esta semana para llevar a cabo un diálogo con miembros del régimen cubano, incluyendo funcionarios del Ministerio del Interior de la dictadura, el cual es responsable de graves violaciones de DDHH contra el pueblo cubano”.
También refiere que “experiencias previas nos han demostrado que los diálogos con regímenes autoritarios, especialmente los que no respetan el estado de derecho, afectan negativamente el bienestar y el deseo de vivir en libertad del pueblo cubano”.
“Solo una política hacia Cuba que imponga la democracia y el estado de derecho servirá como la mejor herramienta de política exterior para nuestra seguridad nacional”, sostienen los senadores republicanos.
Asimismo, instaron a la Administración Biden priorizar los temas de elecciones libres y justas para las instituciones de gobierno de Cuba; la libertad para todos los presos políticos y de conciencia detenidos por "delitos políticos", además de la retención de propiedad cubana hasta que los activos expropiados por el régimen cubano sean devueltos a sus propietarios legítimos, tanto norteamericanos como cubanos.
Además propusieron hablar de la extradición de ciudadanos norteamericanos que han huido a Cuba por delitos cometidos en suelo norteamericano, incluyendo a responsables de asesinato a policías y fraudae al Medicare; que cese el uso de la migración masiva hacia nuestras costas como un arma política, y detener el patrocinio de organizaciones terroristas extranjeras que operan en Colombia, Venezuela y otras partes de Latinoamérica.
Este miércoles y jueves comenzó en La Habana la reunión de alto nivel entre Estados Unidos y Cuba para tratar asuntos de interés bilateral sobre el cumplimiento de la ley, según confirmó un portavoz del Departamento de Estado.
Este encuentro reanuda el llamado “Diálogo sobre aplicación de la ley” entre los gobiernos de ambos países, iniciado en 2015 durante la etapa de deshielo impulsada por la administración de Barack Obama y congelado desde 2018.
La delegación estadounidense viajó a Cuba en horas de la mañana de este miércoles. La reunión cuenta con la presencia de una delegación de altos funcionarios de los departamentos de Estado, Justicia y Seguridad Nacional (DHS).
La agenda inicialmente propuesta para la reunión contaba con temas relacionados con el flujo migratorio ilegal y repatriación de interceptados; el tráfico humano; el fraude migratorio; deportaciones; el narcotráfico, la reclamación de fugitivos; ciudadanos estadounidenses detenidos en Cuba y asuntos de ciberseguridad, según declaraciones enviadas por un funcionario del Departamento de Estado y otras consultas hechas por CiberCuba a fuentes de la administración Biden y analistas del tema cubano.
Pero no está claro si finalmente todos los asuntos irán a la mesa de negociaciones, luego de que existieran reticencias para configurar el calendario del encuentro por parte del gobierno cubano, según fuentes que hablaron con CiberCuba bajo condición de anonimato. La reunión se concibió en un primer momento para cuatro jornadas.
Entre los temas que estarán sin dudas en el centro de las conversaciones estarán las medidas excepcionales para detener la creciente avalancha migratoria irregular, la falsificación de documentos de viaje y certificaciones falsas presentadas ante autoridades de Estados Unidos; la fecha de reanudación de los vuelos de ICE detenidos desde diciembre de 2020, además del narcotráfico en el Estrecho de Florida y la reclamación de fugitivos de la justicia estadounidense, entre otros temas.
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