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Presos políticos cubanos denunciaron las condiciones de hambruna y falta de higiene que padecen en las cárceles del país, donde muchos reclusos padecen desnutrición y están bajo peso.
En declaraciones a Radio Televisión Martí el opositor Virgilio Mantilla Arango, preso en la cárcel Kilo 7 de Camagüey, afirmó que es "un crimen" lo que está pasando con la alimentación en ese penal.
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"Además de ser insuficiente la que están dando, ayer les anunciaron a los reclusos en el comedor que se les iba a disminuir la porción del arroz, y el plato fuerte que dan es líquido", explicó el fundador de la Unidad Camagüeyana por los Derechos Humanos, quien cumple tres años y tres meses de cárcel por el presunto delito de "daños a la propiedad".
Agregó que en esa instalación las condiciones de higiene son deplorables y desde hace dos meses a los internos solo les están dando la mitad de un jabón de lavar.
En esa misma provincia, está confinado en el penal Kilo 8 el activista Reinier Calderín Socarrás, el cual dijo al medio de prensa que en esa cárcel se violan los derechos de los reclusos a la alimentación y los militares se roban la comida.
"Aquí se violan los derechos nutricionales de los reclusos, hay reducciones de las porciones de los alimentos y, producto a esta situación, los reos están desnutridos", subrayó.
El periodista independiente Yordi García Fournier, de 47 años, y preso en el Combinado Sur, en Guantánamo, también denunció que algunos reos, especialmente los manifestantes del 11 de julio de 2021, están extremadamente delgados por la hambruna que sufren en ese penal, y el hacinamiento.
"Las chinches les impiden dormir a los reos", aseguró.
En 2021 el portal Cubanet compartió opiniones de los presos de ese reclusorio guantanamero quienes se quejaban de que los estaban "matando de hambre".
Explicaron que los oficiales no cumplen con las normas establecidas para la alimentación, no respetan los gramajes ni les dan proteínas, por lo que muchos padecen desnutrición.
"Nos dan como desayuno un pedazo de pan de alrededor de “tres dedos” de largo con “dos dedos” de té o infusión de la planta que aparezca", dijeron.
Agregaron que "en el comedor toman una flauta de pan y la pican en 10 porciones. Estos trozos quedan muy por debajo de los 40-50 gramos que debería tener el pan del desayuno, de igual forma sucede con el té. Cuando pasa tan solo media hora uno tiene más hambre que antes de romper el ayuno".
Otro aseguró que en el almuerzo los presos solo recibían "una gótica de sancocho" sin proteínas; y que a pesar de que los están "matando de hambre" pocos se atreven a reclamar a las autoridades de la prisión por temor a represalias.
Las denuncias de la pésima alimentación para los prisioneros de la cárcel provincial de Guantánamo son recurrentes, y al parecer las autoridades no hacen nada para resolver el problema. Un muestreo realizado allí concluyó en 2021 que varios detenidos se encontraban por debajo del peso adecuado.
En 2020 el periodista cubano Roberto Jesús Quiñones, quien estuvo un año en esa prisión por cubrir el juicio de dos pastores evangélicos guantanameros, afirmó que les daban de comer polvo de arroz hervido en el que muchas veces encontraban hasta gusanos.
En diciembre de 2022 activistas cubanos también denunciaron en las redes sociales la precaria alimentación que reciben los prisioneros en la cárcel Jóvenes de Occidente, en La Habana.
"Los presos se están quejando del hambre que están pasando por la poca comida y además en mal estado. No les dan las porciones reglamentarias porque parte de la comida los guardias de la prisión se la roban para los puercos que alimentan a costa del hambre de los presos", aseguró el activista Marcel Valdés en Facebook.
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