Cuando todavía resuenan los ecos de la polémica por el préstamo millonario del gobierno de Sudáfrica al régimen de La Habana, las autoridades de ese país firmaron un acuerdo con los militares cubanos para reparar los equipos navales de su flota.
En esencia, se trata de una prórroga del Proyecto Thusano, un acuerdo de colaboración entre las Fuerzas de Defensa Nacional de Sudáfrica y el ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (MINFAR) firmado en 2012 para abaratar costos de mantenimiento de equipamiento militar.
El Instituto Marítimo Internacional de Sudáfrica (SAIMI) anunció en la página DefenseWeb que el Proyecto Thusano se ampliará para incluir servicios marítimos en Sudáfrica. Así lo confirmó el Jefe saliente de la Marina sudafricana, el vicealmirante Mosiwa Hlongwane, en una alocución en la que celebró la ampliación del acuerdo que permitirá la reparación de equipos navales e infraestructura de astilleros en el país austral.
“En lo que respecta al Proyecto Thusano, tenemos la intención de expandir la utilización del equipo de reparación cubano a áreas como el mantenimiento de flotas para equipos, mantenimiento y reparaciones de barcos; así como reparaciones de elevadores sincronizados, grúas móviles, bombas, energía equipos de generación, sistemas de propulsión de embarcaciones menores y mantenimiento mecánico y/o eléctrico en general en el astillero de Armscor (Corporación de Armamentos de Sudáfrica)”, dijo Hlongwane.
Por su parte, el CEO de SAIMI, Odwa Mtati, afirmó haber estudiado “las relaciones de país a país y los beneficios que emanan de la asociación Cuba / Sudáfrica” para extender el contrato con los militares cubanos. “Asumimos una visión de mediano a largo plazo en la que Sudáfrica busca reindustrializarse”, añadió.
Proyecto Thusano se firmó con la intención de que técnicos cubanos mantuvieran y repararan equipos militares de primera misión en Sudáfrica, principalmente vehículos. Según DefenseWeb, este acuerdo se amplió posteriormente para incluir simuladores de conducción y mantenimiento, mantenimiento y reparación de equipos y armamentos de aviación para la Fuerza Aérea, equipo médico para el Servicio de Salud Militar y la provisión de cursos de capacitación para oficiales de Sudáfrica, incluyendo estudios militares en Cuba.
El acuerdo inicial era por cinco años, pero sucesivas prórrogas lo han extendido hasta enero de 2025. Se estima que el gasto total en el Proyecto Thusano durante su duración supera los 2,665 millones de rand, unos 15 millones y medio de dólares aproximadamente.
Hasta la fecha, según el sitio mencionado, se han reparado 1,049 vehículos en Simon's Town, con 32 efectivos navales realizando cursos de seguridad y defensa nacional y operaciones estratégicas en Cuba.
A inicios de noviembre pasado, el viceministro de las FAR, Joaquín Quintas Solá, realizó una visita oficial a Sudáfrica en medio de la polémica que se desató en mayo en ese país por un millonario préstamo de dinero a Cuba.
Tras ser emplazada por líderes opositores en su país, la ministra de Relaciones Internacionales y Cooperación, Naledi Pandor, confirmó que su gobierno había prestado a Cuba unos 9 millones 270 mil dólares en los últimos cuatro años en virtud de un acuerdo de asistencia económica para proyectos de desarrollo agrícola y reconstrucción de infraestructuras. Sin embargo, para la oposición sudafricana, el préstamo era en realidad una "donación" .
Otro asunto denunciado por la oposición sudafricana es que su gobierno, en los acuerdos con Cuba, favorece la contratación de profesionales que ocupan plazas, en detrimento del mercado laboral de los ciudadanos nacionales. En junio de 2022 trabajaban en ese país 65 ingenieros y 229 médicos cubanos por los que el gobierno de Sudáfrica pagó al régimen cubano más de 19 millones de dólares.
La fallida adquisición del fármaco cubano Heberon por parte del ejército sudafricano, usado para el tratamiento de la COVID-19 en sus médicos y soldados, también fue motivo de rifirrafe político.
Aunque vetado por la Autoridad Reguladora de Productos Sanitarios de Sudáfrica, al inicio de la pandemia los militares sudafricanos autorizaron la compra de Heberon (Interferón) alfa-2b por de 17,7 millones de dólares a Cuba.
En marzo de 2022 más de 100 militares del país austral se entrenaron en Cuba. Los grupos incluyeron desde médicos hasta pilotos. Se estima que Sudáfrica gastó unos 359 millones de rand en este tipo de entrenamientos.
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