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Un inmenso placer me ha proporcionado el mejor remero cubano de todos los tiempos, Ángel Fournier, al concederme esta entrevista. Muy poco se ha sabido de él desde que, próximo a los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021, pidiera la baja del seleccionado nacional.
Aquí tienen nuestro intercambio bote a bote, en el cual, por supuesto, se impone el gran campeón.
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¿Qué haces, dónde te encuentras? ¿Aprovechaste tu visa de Estados Unidos para partir legalmente? ¿Aspiras a regresar al deporte, pese a tus 35 años recién cumplidos?
Estoy en Estados Unidos, ahora en Dallas, Texas. Acabo de cumplir 35 años y me siento muy bien. En efecto, solicité mi baja y aproveché que tenía visa por cinco años. Para reiniciar mi carrera deportiva tengo un solo objetivo: bajar un poco de peso porque, por lo demás, físicamente, estoy apto. Tengo la maestría y la experiencia. Tendría que recuperar la forma deportiva.
Estuve 16 años en el alto rendimiento, toqué el cielo con mi remo y no estoy acabado ni mucho menos. Este deporte es longevo y yo me he sabido mantener a pesar de no haber competido en los últimos meses aunque sí, entrenado.
¿Has recibido propuestas?
Son varios, atletas, entrenadores, amigos, que se me han acercado con el objetivo de coadyuvar a mi vuelta a los canales; espero mi residencia en Estados Unidos para tenerlo todo oficial y no tener problemas. Yo entreno cuatro días de la semana en un gimnasio buscando mi peso ideal y mi condición óptima.
Espero mi residencia en Estados Unidos para tenerlo todo oficial y no tener problemas. Yo entreno cuatro días de la semana en un gimnasio buscando mi peso ideal y mi condición óptima
¿Por qué pedir la baja de la selección nacional a tan solo meses de Tokio? Accediste a podios mundiales, panamericanos, pero no olímpicos, ¿no era Tokio una posibilidad de alcanzar ese sueño?
No fue por nada malo de salud. En 2019 atravesé una dificultad cardiovascular pero ya la había superado; después de eso gané medalla de oro en los Panamericanos de Lima y bronce en la Copa del Mundo en Polonia.
Sin embargo, entre la pandemia de la COVID que no se avizoraba un final y el embarazo de mi esposa, decidí solicitar mi retiro. Ya con mi primera hija me había perdido todo lo que significa ser padre en esos bellos inicios; con el segundo no quería que me sucediera lo mismo.
¿Que me dolía Tokio?, claro; pero yo no veía claro si se iban a realizar o no y decidí optar por la familia. Yo me encontraba muy bien, había iniciado la preparación adecuada para obtener mi presea. Evolucionaba perfectamente, mis cronos estaban acorde con el tiempo de la preparación ¡ah! pero ahí llegó la COVID y lo quebró todo. No fue fácil. Tremendo revuelo se armó cuando yo pedí la baja pero mi decisión era inquebrantable. Al final, conseguí mi propósito.
Tu entrenador Juan Manuel Paula y tú tuvieron excelentes resultados. ¿Cómo es la preparación de un remero?
Mira, si quieres alcanzar marcas debes esforzarte día a día en el canal y en el gimnasio. Juan Manuel, entrenador joven, estudioso y muy capacitado, diseñó la preparación con dominio de las cargas, las especificidades físicas mías. Él, junto a la tríada médica, trazaba un plan exitoso, de ahí mis resultados. Estoy muy agradecido de todos ellos, la doctora, el fisio, el psicólogo y, por supuesto, mi técnico.
Quiero aclararte algo: ese proceso se podía cumplir al 100% fuera de Cuba; o sea, cuando viajábamos, aprovechábamos. En la Coronela (Centro de Alto Rendimiento del remo y el kayac), imposible.
En el exterior tenía una buena embarcación, podía hacer el descanso adecuadamente, la alimentación y la recuperación estaban acorde con lo planeado.
Cuando viajábamos, aprovechábamos. En el exterior tenía una buena embarcación, podía hacer el descanso adecuadamente, la alimentación y la recuperación estaban acorde con lo planeado
Sé que para un remero hay factores que no se pueden violar; en general, para cualquier deporte.
Claro, para que un remero consiga resultados de primer nivel, amén de su talento y el del técnico, tiene que contar con un equilibrio entre alimentación, descanso, recuperación, buenos botes.
Por eso yo iba a Europa semanas antes de la competencia. Te reitero: ¡yo!, los demás no gozaban de ese privilegio. Y gracias a eso, poder aclimatarme, poder hacer un balance, poder cumplir con mi entrenamiento cabalmente… lograba los resultados de los que se enorgullecían todos los cubanos y nosotros, por supuesto. El margen de error no existía. Allí siempre había luz, agua, comida adecuada, embarcaciones de nivel.
Te digo algo más: yo salía de Cuba con X hemoglobina y a las semanas en Europa, me repetían los análisis y se veía un favorable cambio: salía con 10 u 11 y en el Viejo Continente competía con 15 o 16 ¡abismal la subida!
¿Sabes algo de cómo está la Coronela actualmente?
Ya hace dos años que no estoy allí; además, como te dije, yo alcanzaba mi forma óptima en el extranjero porque en la Coronela era imposible. Bueno, pues te cuento que por charlas con colegas del deporte, amigos que aún están allí, me dicen que todo está peor: alimentación deficiente, problemas con el agua, el pan, la transportación, el alojamiento, solamente 2 ó 3 botes buenos, los apagones.
Con la salida de algunos, el nivel ha descendido. Muchas figuras han decidido por un mejor porvenir. El remo de hoy se fabrica sobre pinos nuevos, muchos juveniles; remeros de 18 y 19 años. Mi deporte es de tiempo, los grandes llevan tiempo y así hay 2 ó 3 nada más.
Si echamos una ojeada a los que ya no están y que formaban una generación que pujaba por grandes resultados están Janier Concepción, Adrián Oquendo, Eduardo Rubio, Yaima Velázquez, Aymee Hernández, Yoslaine Domínguez, Ilianis Román y la pareja sexta olímpica en Londres 2012 en doble par peso ligero, Yunior Pérez y Eider Batista.
Recién llegados están los también medallistas panamericanos Boris Luis y Félix Patterson, en remo y Fidel Vargas y Reinier Mora, en kayac. Estos últimos se unen a Jorge Dayán Fernández, quien se impuso junto a Serguei Torres en el C2 de los Juegos de Tokio 2020.
Pero ¿quién quiere quedarse si para el desayuno no hay ni pan, si después de una desgastante sesión de entrenamiento, el almuerzo no está al mediodía? ¡Por Dios! La Coronela no es lo que fue cuando fue utilizada como sede para el certamen panamericano de La Habana 91 ni siquiera mucho después. De ahí parte la desilusión de los atletas.
¿Quién quiere quedarse si para el desayuno no hay ni pan, si después de una desgastante sesión de entrenamiento, el almuerzo no está al mediodía?
Te pongo un ejemplo, otro más: el remo tuvo un clasificatorio para los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2023 a finales del pasado año y a Estados Unidos llegaron seis atletas que ni siquiera compitieron, jóvenes entre 20 y 21 años.
Nosotros fuimos dirigidos en una época de oro por Norge Marrero, exremero que sabía perfectamente cómo se conducía un centro especializado. ¡Ah! ¿que cometía errores? ¿Quién no? Pero después, con Ángel Luis García ¿para qué? Norge era extremadamente disciplinado, tanto internamente como en las competencias nacionales e internacionales. El remo era otra historia, nada comparable con la actualidad.
Además, no son solo remeros o canoítas, son de otros deportes: peloteros, luchadores, boxeadores, atletas… desde campeones y medallistas olímpicos y mundiales hasta promesas que quieren abrirse un camino. Los jóvenes ven lo que pasan aquellos que tantas glorias nos dieron y prefieren optar por un futuro que les garantice una mejoría para su familia y para ellos mismos. Son otros tiempos. El movimiento deportivo en Cuba está caótico.
La nueva generación, sin aliciente, quiere probarse en otros lugares, entrenar en condiciones dignas. Sus decisiones no son nada reprochables. Son decisiones valientes, firmes y hay que respetarlas.
Basándonos en esta estampida, ¿qué opinas del remo cubano para las ya cercanas metas este propio año con dos juegos múltiples en la palestra, sin contar París 2024?
¡Uff! Muy dura es la meta del remo cubano, ya no sólo a nivel mundial. Todos los países se están superando. El remo en el mundo es otro, nada que ver al remo que hay en Cuba ahora. Nos hemos quedado detrás. Los mejores ya no están, las condiciones no son ni aceptables. Tendrán que experimentar con lo que tienen y luchar por ver algunos en los podios regionales. La estrategia que tienen que trazar raya en lo mágico, la verdad.
De lo que queda que puede ofrecer alegrías al remo cubano están Yariulvis Cobas y Milena Venegas; entre los varones… muy jóvenes e inexpertos. Siempre hay sorpresas, pero muchos llegan sin saber remar a derechas. Este deporte se demora, no es llegar y ya. Para tener otro Fournier va a costar trabajo y tiempo.
Cambiando el tema, ¿te gustaba el remo indoor?
Sí, me gusta mucho. Es una competencia que se decide en 5 minutos y segundos. Es masiva y muy divulgada. Suma seguidores por años ya sea en América como en Europa. Fui invitado a un Mundial Indoor o Ergometría, aquí en Estados Unidos, y fui campeón; la segunda vez que asistí quedé tercero en el podio. Fue una experiencia nueva. Es muy duro porque hay que tener una preparación muy buena pues es muy intenso.
¿Tu modalidad preferida?
Sin discusión, el single. En ella alcancé la maestría deportiva, me dio la posibilidad de probarme en el planeta con los mejores y quedar entre ellos. Fueron muchos años que me dieron un nombre en el firmamento del remo.
¿Qué condiciones físicas se requiere para practicarla, si tenemos en cuenta que es una sola persona?
Tienes que ser alto, entre 1,98 que es lo que mido yo y 2 metros; pesar entre 105 y 110 kilos. Un tiempo en el ergo entre 5 minutos 40 segundos y 5,50. Tienes que tener experiencia, habilidad, destreza. No es fácil.
Remóntate a tus inicios en tu natal Guantánamo, en la academia de Caimanera. ¿Tu primer entrenador?
Yo nací en Caimanera, frente a la Academia náutica, cantera de veleros, canoítas, remeros y kayaquistas. Empecé a los 12 años pero también practiqué béisbol y baloncesto. Al final me quedé con el remo. Mi primer entrenador en la Academia, José Ángel Figueredo, sembró en mí el “bichito” por el remo; hasta Sariol, que fue mi paso al equipo nacional.
¿Tu familia Ángel Fournier?
Mi familia es mi vida; la sueño y la vivo a diario y sólo pienso en cuando estemos juntos otra vez. Mi esposa es Yusmary Mengana, tricampeona panamericana, medallista en Copas del Mundo. Tenemos dos preciosos niños, Ángel Lázaro y Natalia, de 2 y 5 años, respectivamente.
Mi familia es mi vida; la sueño y la vivo a diario y sólo pienso en cuando estemos juntos otra vez
Mantengo una activa comunicación con ellos, con mi mamá, con la familia en general. No es fácil un año lejos de la sangre. Gracias a mi familia he tenido los logros que he tenido. A ellos se lo debo todo. Gracias a Dios por tenerlos y darme fuerzas y salud para luchar por ellos.
Yo tomé mi decisión porque el deporte, sí, fue una época, con buenos momentos, medallas, alegrías pero ahora estoy viviendo otro plano de mi vida, el de padre, el de esposo, el de hijo. Al final, el deporte pasa y ¿qué queda? la familia… Yo tengo que ver a mis hijos crecer, darles un futuro y ¿dónde mejor que en Estados Unidos?
Oye Julita, podemos escribir un libro con cinco tomos, con historias disímiles y todas finalizando de igual forma: “no me han dado, necesito, no tengo techo, no tengo en qué moverme, no me pagan”. Es muy complicado.
Algo tan elemental con la vestimenta de las selecciones nacionales para eventos en el extranjero. Primero, la Adidas, luego la Puma, más tarde la Li- Ning. Las tres se fueron. ¿Quién vestirá a Cuba ahora?
Todo es mentira, no pagan, viven de historias que nadie cree. "Dame que después te pago" y… ¡nunca pagan! ¿Quién sufre? El deporte. Por eso se van jóvenes buscando un futuro que no tienen.
La calidad de vida se impone: en los países capitalistas tú entrenas, tú te esfuerzas y tienes tus beneficios. No hay tensión, no hay represión. No se puede tapar el Sol con un dedo.
En los países capitalistas tú entrenas, tú te esfuerzas y tienes tus beneficios. No hay tensión, no hay represión. No se puede tapar el Sol con un dedo
Ángel Fournier ganó dos medallas de plata en los Mundiales de Chungju 2013 y Sarasota 2017, modalidad single sculls. Fue bronce en Amsterdam 2014 en la misma especialidad; cuatro veces campeón panamericano: Guadalajara 2011, Toronto 2015 y Lima 2019. Sin dudas, el guantanamero es nuestro mejor remero histórico.
¿Deseos de Ángel Fournier para este recién nacido 2023?
Lo mejor para mi familia, mis amigos, mis compañeros del deporte. Mucha salud para todos.
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