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Dos plantas de oxígeno medicinal donadas por China comenzaron a funcionar en el Hospital Universitario Docente "Vladimir Ilich Lenin" de la ciudad de Holguín, tras la severa crisis del insumo durante la pandemia de coronavirus en Cuba, según información de medios oficialistas.
Las plantas procesan el oxígeno del aire para usarlo en el tratamiento de pacientes con afecciones respiratorias, apuntó este martes la oficialista ACN, tras su inauguración en la citada unidad asistencial.
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Con esta tecnología se pretende aumentar las capacidades en los servicios de terapia intensiva, además de llenar cilindros de oxígeno, refiere la información.
Además de estas dos plantas, el donativo chino contempla otras tres más que se instalan en el hospital Lucía Íñiguez Landín y en el pediátrico Octavio de la Concepción y de la Pedraja, apunta, además, la nota.
El oxígeno fue uno de los insumos que más escaseó durante los picos más críticos de la pandemia de COVID-19 en la isla, por lo que países como Rusia y China, además de organizaciones como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), donaron a la isla varias plantas para producirlo en unidades asistenciales de la salud cubana.
La primera planta de oxígeno medicinal que se donó a Cuba, en medio de la crisis sanitaria del coronavirus, comenzó a funcionar en septiembre de 2021 en el hospital militar "Carlos J. Finlay", en La Habana.
La decisión de instalar el equipo en un hospital de las Fuerzas Armadas y no en una institución pediátrica la tomó el Grupo de trabajo temporal del Gobierno para enfrentar a la COVID-19, según un reporte del periódico oficialista Granma.
Por esas mismas fechas la UNICEF anunció que otras dos plantas de oxígeno medicinal llegaron al país.
Desde 2020 el país ha padecido un grave déficit de medicamentos. En julio de 2022, BioCubaFarma informó el restablecimiento de la producción de algunos prioritarios y de alta demanda popular que también desaparecieron de las farmacias.
De los 369 medicamentos que debe suministrar BioCubaFarma al cuadro básico del sistema nacional de Salud Pública, se contabilizaban más de 150 en falta, por escasez de materias primas para fabricarlos.
También en este tiempo se han intensificado las denuncias en redes sociales por la escasez de medicamentos de uso intrahospitalario.
Tras casi dos años, coincidentes con la peor crisis sanitaria de la isla por la pandemia y la escalada en la falta de insumos y medicamentos en los servicios médicos, a finales de 2022 el régimen inauguró en la capital cubana la primera planta de antibióticos cefalosporinos inyectables del país.
Según el perfil de la Presidencia de Cuba, la planta "tiene capacidad para la demanda nacional y la exportación"; y "producirá Cefotaxima, Rosefin, Cefazolina, Cefuroxima, Meropenem, Ceftazidima, Cefoxitin y Aztreonam".
Esta planta se encuentra dentro de las instalaciones de la Empresa Farmacéutica 8 de marzo, ubicada en el Cotorro, La Habana, y también pertenece al grupo empresarial BioCubaFarma.
También a finales de diciembre el gobernante Miguel Díaz-Canel inauguró una planta para producir mascarillas, financiada por la Unión Europea (UE) y con la participación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con el objetivo de aumentar la producción de Equipos de Protección Personal (EPP) para trabajadores de salud que atienden a pacientes con coronavirus.
La planta quedó instalada en el Centro de Tecnología Médica Digital COMBIOMED, perteneciente al grupo empresarial BioCubaFarma. La nueva línea de producción de mascarillas posee una capacidad productiva de hasta 1,800 unidades por hora.
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