Mujeres habaneras están aprendiendo a construir bicicletas de bambú, en un curso promovido por la mediana empresa privada Vélo Cuba; con el apoyo de la Embajada de Holanda, la entidad española Bambookoa y la Oficina del Historiador de La Habana (OHCH).
Vélo Cuba asegura que se trata de una iniciativa para estimular la movilidad con cero emisiones y conseguir emponderar a las mujeres; aunque no informa sobre costes de producción, prototipos ni detalles sobre la importación de bambú, planta no existente en la isla.
En paralelo, dos empresarios iraníes afincados en Canadá, hermanos de apellido Kalabi, están impulsando la fabricación de bicicletas de bambú en Cuba, a través de la empresa Tocororo Bambú Bike, según un reportaje de Cubavisión Internacional.
La empresa iraní-canadiense llevó un prototipo de bicicleta de bambú a La Habana y sus gestores aseguran que están en disposición de vender cuatro modelos, incluido uno llamado Varadero; además propondrán al gobierno cubano la producción de sillas de rueda para impedidos físicos.
Al momento de redactar esta nota, los hermanos Kalabi solo han firmado una Carta de intención con el Fondo de Bienes Culturales; siempre según el reporte de Cubavisión Internacional.
Los emprendores iraníes-canadienes, que ya fabrican bicicletas y sillas de rueda en otros países, parecen desconocer las desventuras de Tokmakjian Group, Tri Star Caribbean y Coral Capital en Cuba.
Aprender a construir una bicicleta de bambú es un desafío, dijo la alumna Onuria Arnato a IPS, que recordó que las mujeres cubanas identifican las dificultades en el transporte; entre los tres principales problemas que las afectan, junto con los bajos ingresos económicos y la escasez de viviendas.
“La convocatoria me pareció una oportunidad de salir de mi área de confort. Aprender sobre una idea con impacto ecológico me entusiasmó”, subrayó Arnato, de 51 años, estadística de profesión y quien trabaja en la escuela especial República Socialista de Vietnam, en La Habana Vieja.
El diseño; gracias a las bondades del bambú, y la apuesta por la ciclomovilidad estuvieron entre las motivaciones de la habanera Yaremi Lam, vicepresidenta de una empresa de servicios para matricularse.
Lam, que además cuida a un hermano con necesidades especiales, ponderó el uso de bicicletas en La Habana; especialmente en la parte Vieja, donde no circulan camiones ni autobuses; y apuntó que las bici tienen menos accidentes que las motos.
Vélo Cuba, que apoya a mujeres ex reclusas y vulnerables, ya organiza otro curso de construcción de bicicletas de bambú para 2023, al que incorporarán a personas con deficiencias auditivas y motoras, y quiere montar una pequeña fábrica en La Habana.
El bambú es un material ligero, resistente a las vibraciones y golpes, y según expertos más resistente que la fibra de carbón. Pero lo fundamental es su aporte medioambiental, subrayó Maykro Torres, mecánico de Vélo Cuba.
En 2020, la empresa construyó ocho bicicletas de bambú, de la que no se informa sobre su uso actual y estado de conservación y mantenimiento.
Un vistazo a la web de la empresa navarra (norte de España) Bambookoa, cuyo eslogan es Rodar con la naturaleza, informa que usan fibra de carbono para hacer las uniones de las diferentes partes de los seis modelos de bicicletas de bambú que fabrica y vende, sin informar sus precios; aunque también facilite el automontaje, previa compra de kits.
Durante la crisis económica provocada por la desaparición de la Unión Soviética, Cuba se llenó de bicicletas chinas y el gobierno impulsó el Movimiento de inventores, racionalizadores, piezas de repuesto y tecnologías de avanzada.
Uno de los inventores cubanos regaló al entonces presidente Fidel Castro una bicicleta de madera, que causó la admiración de los asistentes a un foro nacional de inventivas, donde el comandante en jefe proclamó que "la bicicleta es el medio de locomoción más revolucionario de la historia porque no tiene marcha atrás".
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