La compañía Southwest Airlines impidió una vez más abordar un vuelo con destino a Cuba a la activista Omara Ruiz Urquiola, en lo que constituye la cuarta vez que empresas aéreas estadounidenses le impiden regresar a su país de residencia, obedeciendo órdenes de las autoridades del régimen cubano.
“Por cuarta vez no me dejan ir para mi casa, por cuarta vez las empresas aéreas norteamericanas viabilizan al gobierno de Cuba la violación de mis derechos como cubana”, denunció la activista por los derechos humanos y la democracia en una publicación en sus redes sociales.
En su relato de los hechos, Ruiz Urquiola dijo que en esta ocasión la compañía actuó de un modo más despiadado y lesivo a su dignidad. “Esta vez me dejaron llegar hasta la puerta de abordaje, fue más cruel, pero de eso sé mucho”.
“El gobierno de Cuba tiene poder aquí para ir por encima de los controles migratorios de Estados Unidos, los cuales pasé sin dificultad”, denunció la profesora universitaria, que en anteriores ocasiones ha protestado por la cooperación necesaria de empresas estadounidenses en la violación de sus derechos humanos.
En virtud de una queja presentada al Departamento del Transporte de Estados Unidos (DOT), las aerolíneas estadounidenses Southwest Airlines y American Airlines ofrecieron su primera respuesta a finales de octubre a las ciudadanas cubanas Omara Ruíz Urquiola y Anamely Ramos González por impedirles abordar vuelos con destino a Cuba.
La empresa alegó que debe cumplir con las instrucciones de las autoridades migratorias cubanas y aseguró entender “lo sensible de las circunstancias”.
En una publicación de redes sociales la activista Salomé García Bacallao incluyó la respuesta de American Airlines y una foto del documento oficial del MININT enviado a la compañía donde le notifica que "no se admitirá el ingreso al territorio nacional” a Ramos y le “recomienda no embarcarla” para “evitar inconvenientes a la aerolínea y a la pasajera”.
Para la compañía, las quejas de las activistas son “comentarios de retroalimentación” que sirven para “mejorar” el servicio y la asistencia a los pasajeros en el futuro, y no de una queja sobre una violación grave de los derechos humanos en suelo estadounidense.
Días antes, el gobierno de Estados Unidos respondía a la queja oficial de Ramos y Ruiz Urquiola ante el Departamento del Transporte (DOT) en la que acusan a ambas compañías aéreas de ser cómplices de la dictadura cubana por negarse a trasladarlas a la isla.
El DOT alegó que envió la queja a las aerolíneas, las cuales tienen 60 días para dar una respuesta "sustantiva" a las reclamantes, con una copia para el organismo, que la revisará. "Si nuestra revisión de su queja y las respuestas de las empresas revelan una posible violación de nuestras reglas, podemos emprender acciones de ejecución", indicó el texto.
"Les recuerdo que aerolíneas American Airlines y Southwest operan vuelos hacia Cuba gracias a licencias de excepción del embargo emitidas por el Departamento del Tesoro, y a un acuerdo entre el DOT y el Ministerio de Transporte de Cuba, lo cual no les da impunidad para violar leyes domésticas", subrayó García Bacallao.
A inicios de octubre, el régimen cubano negaba por tercera vez consecutiva la entrada a Cuba a Ruiz Urquiola, que recordó la difícil situación en la que se encontraba su familia tras el paso del huracán Ian por Pinar del Río.
"Ustedes saben que pasó el huracán Ian y destrozó la finca de la familia, los vecinos están ayudando a mi mamá, pero yo tengo todo el derecho a estar con mi madre", dijo la activista, quien había viajado a Estados Unidos para recibir un tratamiento contra el cáncer.
Este sábado 24 de diciembre, Nochebuena del año 2022, el régimen totalitario, en contubernio con empresas estadounidenses, consumó una vez más la violación de los derechos de la activista por la libertad de Cuba.
Inasequible al desaliento y convencida de la injusticia y arbitrariedad de la que es víctima, Ruiz Urquiola concluyó: “Yo seguiré mientras respire”.
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