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Los productores de leche de vaca en Ciego de Ávila prefieren indemnizar con 10 CUP a la industria láctea estatal, antes que venderla a los actuales precios establecidos por el gobierno, ya que en el mercado informal pueden obtener mejores ganancias económicas.
Osvaldo Morales Batista, director del Lácteo en Ciego de Ávila, explicó que cada litro de leche se vende de manera informal a 100 CUP, por tanto a los campesinos les resulta rentable pagar la indemnización y vender la leche en la calle.
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"Estímulo redondo", dijo Morales Batista, según el periódico oficialista Invasor.
Esto se supo tras analizar que la provincia incumplirá al cierre del año por casi tres millones de litros, el plan de 2022, por tanto la población ha visto menguar la existencia de ese alimento y sus derivados.
Aunque esta es una de las causas, directivos en la provincia identificaron otros problemas asociados a los pocos niveles de producción, entre ellos las deudas de la industria con los campesinos de la zona de Majagua, que demoraron más de tres meses en cobrar sus dineros.
El efecto del atraso en el pago por la producción se podrá extender al 2023, ya que hasta la fecha queda por contratar el 67 % del plan anual de la provincia, lo que se traduce en unos ocho millones de litros.
Los campesinos han demostrado su rechazo a las autoridades de diferentes maneras durante las reuniones de los últimos días, donde intentan convencerlos de que entreguen sus producción a la industria estatal.
"Desde ganaderos que se han levantado y se han ido, otros que no han asistido a la convocatoria en su base productiva, hasta quienes han planteado de antemano, con total naturalidad, pagarle a la industria los 10.00 pesos por cada litro no entregado", recoge la prensa local.
En medio de esa encrucijada el gobierno recuerda que las tierras son del estado y fueron entregadas a los campesinos para que entregaran su producción, pero suspender los contratos no solucionará el problema de la provincia, porque no existen garantías de que cada una de vacas existentes aporten una media de 2.5 litros diarios.
La crisis general que atraviesa Cuba, producto de la implementación de políticas erróneas y la resistencia del gobierno a adoptar reformas en el sistema económico cubano, ha provocado un desabastecimiento de comida, medicinas y otros productos de primera necesidad.
Los productos en moneda nacional son los más afectados, porque la industria debe vender sus elaboraciones en dólares estadounidenses para obtener ganancias, pero deja desamparado a la inmensa mayoría de los cubanos que no tienen modos de pagar en otra moneda aquello que necesitan.
La leche ha presentado a lo largo del año diferentes momentos críticos en varias provincias cubanas, agudizada por la sequía, la rotura de la industria y la poca efectividad de un paquete de medidas adoptadas por el gobierno que se suponía incentivarían los niveles de entrega de leche en Cuba.
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