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Diciembre suele ser mes de pronóstico y balance en casi todo el mundo y; teniendo en cuenta el peso de la economía en la vida de la mayoría de los ciudadanos; convocamos al economista Elías Amor Bravo (Santiago de Las Vegas, 1958) para desmenuzar el año que acaba y avizorar el que viene, cargado de incertidumbres y retos para la familia cubana.
¿Cómo avizoras 2023 para la economía cubana?
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Como decimos en España, la primera en la frente. El gobierno cubano prevé un PIB de 53 mil 931 millones de pesos, inferior en casi siete mil millones al de 2019.
Cuba está en una situación parecida al llamado "Período Especial", cuando el PIB tardó casi una década en recuperar el nivel anterior a la eliminación de los subsidios soviéticos.
De ese modo, la economía cubana se retrasa con respecto a otros países y muestra notables dificultades para superar el quebranto de la COVID-19 que afectó a todas las economías, y que de forma mayoritaria se ha ido dejando atrás. El modelo económico de Cuba dificulta el necesario dinamismo económico que se observa en otros países. O, dicho de otro modo, el año que viene, los cubanos serán un 5,3% más pobres que en 2019.
La recuperación de los niveles precrisis se hace esperar y se traslada a 2024 o 2025. No conviene olvidar que CEPAL asignó a la economía cubana en 2023 un crecimiento del PIB del 1,8%, prácticamente la mitad que el establecido en el plan estatal. Si se cumple esa estimación, la economía cubana estaría a finales de 2023 a más de 4 puntos de distancia del nivel de 2019, manteniendo el actual cuadro de pobreza. Nada bueno.
¿No confías en los planes del gobierno cubano para atajar y revertir la crisis?
Quizá ni el propio gobierno confía en ello; a juzgar por el choteo del ministro Gil en su planificación, basada en tres medidas que provocarían carcajadas, si no tuvieran consecuencias tan dramáticas para los cubanos:
Los resultados de las recientes giras internacionales de Díaz-Canel, con acuerdos concretos para la economía en sectores estratégicos. Los convenios tardarán tiempo en materializarse y más aún en ejecutarse y los efectos inmediatos sobre la economía no se van a notar. El aplazamiento de deudas puede dar un respiro, pero no son suficientes para la sostenibilidad del crecimiento económico.
La Feria Internacional de la Habana, que después de 2 años sin poderse realizar, mostró el "gran interés que existe por Cuba, a pesar del recrudecimiento del bloqueo", Interés que conviene matizar por cuanto la opinión de muchos empresarios que asistieron al evento es que el marco regulador de la inversión extranjera en Cuba no es el más conveniente para sus empresas.
Unas supuestas fortalezas de la economía que dependen de futuribles como la recuperación más dinámica del turismo y la diversificación y complementariedad de los actores económicos. El carácter futurible solo sirve para que vuelvan a incumplirse los planes del gobierno; con una pésima gestión de los asuntos económicos.
¿Cómo se puede hacer compatible el logro de estabilidad macroeconómica, que exige un ambicioso proceso de consolidación fiscal para reducir el gasto público y el déficit, con las políticas de reducción de desigualdades o de descentralización de competencias a los territorios, que suponen justo lo contrario, más gasto?
El gobierno estableció nueve metas para 2023 en diferentes áreas y, aunque estoy convencido que son todas de dudoso cumplimiento, prefiero esperar a diciembre de 2023 para evaluarlas.
En 2023, los cubanos serán aún más pobres porque el régimen es incapaz de facilitar la recuperación económica y su plan para 2023 reconoce el fracaso.
El diputado Yusuam Palacios avisó que seguirán subiendo los precios. ¿El plan para 2023 contempla incrementos salariales y de pensiones?
En el mejor escenario, los salarios medios solo aumentarán un 1,8%; cifra muy alejada de la inflación del 40%, con una intensa pérdida de poder adquisitivo que tiene su traslación en el estancamiento que se produce en la productividad del trabajo en el plan 2023.
La ratio productividad/salario, que mide el plusvalor que el empresario detrae del trabajador, en el enfoque marxista puro, se mantiene estable casi en un nivel 3. En el paraíso de los trabajadores no solo no aumentan los salarios, acorde a la inflación, es que la productividad tampoco lo hace, pero se mantiene la participación de la empresa en la productividad por encima del factor trabajo.
No es extraño que anticipen beneficios en las empresas estatales a la vista de estos datos. En cualquier país democrático, los sindicatos ante datos como estos estarían planteando la huelga general más violenta y terminal; pero ya vimos el discurso del dirigente de la CTC en la Asamblea Nacional, que además es miembro del Buró Político del partido comunista.
La inflación es un rasgo del tardocastrismo; ¿cuáles son sus causas?
La inflación es uno de los problemas con que tropiezan a diario los cubanos y alcanzó, en los dos últimos años, un nivel tan elevado, que se ha convertido en uno de los elementos más complicados de enfrentar porque afecta la capacidad de compra de los salarios y pensiones, únicas fuentes de riqueza para la mayoría del pueblo.
El problema de la inflación en Cuba es un efecto combinado de una serie de causas, que van “de la falta de disponibilidad de divisas, la disminución de los planes de producción, el déficit de oferta e indisciplinas asociadas al desvío de recursos, la especulación, la reventa y el enriquecimiento ilícito. Además, hay una inflación importada, por los precios en el mercado mundial”. Son palabras del señor Gil.
Pero la inflación es un fenómeno monetario que tiene su origen en la expansión descontrolada del gasto y del déficit público, desde 2020.
Aunque seguirán pagando más para vivir peor, ¿al menos tendrán luz?
Desgraciadamente, no lo creo. No veo solución posible a los apagones porque la generación eléctrica se estima en 20.140 Gwh superior a la real de 2022 y similar a la lograda en 2019; y conviene tener en cuenta que, este año, la cifra final de generación será un 10% menos.
Al sector residencial, el gobierno dedicará 8.693 Gwh y al no residencial 6.554 Gwh. De ello, el estatal consumirá 5.950 Gwh; un auténtico derroche que indica donde se deben concentrar los ajustes y ahorro de la energía.
Entrando ya en 2022, el gobierno cerró el año subiéndole los impuestos a pequeños y medianos empresarios privados. ¿Es positivo o necesario?
Creo que muy perjudicial porque está suficientemente acreditado que una subida de impuestos a sectores dinámicos y en crecimiento solo consiguen contraer la economía y no siempre se recauda más; como parece ser la imperiosa necesidad del gobierno cubano.
Por lo que respecta a la empresa privada, el plan para el año próximo anticipa el surgimiento de 4.000 nuevas entidades, de modo que se asume que el proceso de nacimiento de estas entidades muestra síntomas de agotamiento, lo que puede guardar relación con la supresión de las “vacaciones fiscales” de las mipymes por la pandemia de coronavirus y la subida impositiva reciente.
La participación en el PIB del sector privado, debe alcanzar entre un 12 y un 14%, a precios corrientes; siempre según los cálculos del gobierno, que ha militarizado parcialmente la esfera privada, con el desembarco de militares jubilados en empresas privadas y cooperativas.
El ministro de Economía reconoció ante la Asamblea Nacional que este año no se cumplieron las metas previstas. ¿Cuál es tu valoración?
Después de tanta propaganda y de alusiones a la “resistencia creativa” por parte de Díaz-Canel, llegaron los datos. El ministro Gil abrumó a los diputados con centenares de indicadores que reflejan el estado lamentable de la economía cubana.
En 2022, Cuba no creció un 4%, pero tampoco cayó en recesión; pese a que sus dirigentes van dando tumbos, sin una ruta clara, para intentar despertar el crecimiento económico que tanto necesita el país.
La situación puede ser descrita en términos de la máxima incertidumbre; teniendo en cuenta que entrado en un escenario clásico de estanflación, que combina débil crecimiento económico con alta inflación. Un escenario que dificulta notablemente la aplicación de políticas económicas, sobre todo en una economía comunista obsoleta.
¿Cuáles son las causas principales del desastre económico cubano?
Los motores del crecimiento están parados; los ingresos previstos por exportaciones son quimeras; pero no es un fenómeno nuevo o reciente, porque las ventas de bienes y servicios nunca han servido para equilibrar la balanza comercial.
La tasa de cobertura del comercio exterior de bienes es de las más bajas del mundo. Entre 2018 y 2021 apenas alcanzó un 20% de promedio. A la espera de confirmación de los datos oficiales de 2022, el ministro señaló que en la exportación de bienes no se han recuperado los niveles de actividad prepandemia, entre ellos el níquel, tabaco, ron, miel y productos del mar, aunque suponen 816 millones de dólares más de ingresos.
En 2019, las exportaciones de bienes alcanzaron la cifra de 2.000 millones de dólares; casi lo mismo que debe gastar Cuba anualmente para importar alimentos y; desde entonces, han caído en picado.
Los ingresos de la balanza de servicios del turismo han descendido y los precios de las importaciones (alimentos y combustibles) han aumentado. Y es en el ámbito del turismo donde se producen los quebrantos, porque en el plan de 2022 se preveía la cifra de 2,5 millones de viajeros, que luego a mediado de ejercicio, se vio inalcanzable, rebajándose a 1,7 millones que tampoco se van a lograr.
Ese mal resultado del turismo, que no afecta a otros destinos de la zona, como República Dominicana, Cancún o Costa Rica, reduce la disponibilidad de divisas. El ministro sabe que la situación va a ser cada vez más difícil porque la evolución de los mercados internacionales no va a ser tan favorable por causa de la guerra de Ucrania.
Cuando creíamos prácticamente abolidas la Libreta de racionamiento y la Oficoda, han vuelto con más fuerza
Las principales producciones agropecuarias, pese a las 63 medidas gubernamentales, tampoco se recuperaron, como consecuencia de los déficits de insumos. De 315.000 toneladas de fertilizantes que se planificaron, solo se entregaron 30.200 toneladas. También se quedaron 217.477 hectáreas de tierra cultivable en barbecho o mal usadas.
Estas medidas no han tenido los resultados buscados porque son ajenas a las necesidades de los productores más interesados en acceder a los derechos de propiedad de la tierra y a una mayor libertad para fijar precios y asumir costes. En tales condiciones, el sector agropecuario volverá a registrar un ejercicio muy negativo, convirtiéndose de nuevo en un freno al potencial del crecimiento.
¿Cuánto pesa la ideología comunista en la economía cubana?
El régimen afirma que “esto no es una economía de mercado, aunque existen espacios donde funciona”. Realmente cuesta entender esa diferencia entre economía de mercado e inclusiva; cuando en Cuba, precisamente, el Ministerio de Economía ha sido el promotor de las tiendas en MLC que solo ofertan sus productos y servicios a un 30% de la circulación minorista total de la economía.
Tu apunte lleva directamente a la política monetaria y la dolarización de la economía; teniendo en cuenta que la Tarea ordenamiento postulaba la unificación y acabó pariendo tres monedas principales.
¿Quién ha dicho que en Cuba no se practica política monetaria? Lo que pasa es que solo afecta al tipo de cambio, en tanto que olvida los tipos de interés y el control de la cantidad de dinero. Discretamente, Gil explicó las medidas adoptadas por el régimen en el ámbito monetario, aunque reconoció que es pronto para evaluar resultados.
En concreto, señaló que en los últimos cuatro meses se han comprado más de 15 millones de dólares, “10 veces más que lo adquirido anteriormente, y todavía hay brechas”. De acuerdo con los datos ofrecidos, las divisas adquiridas en el mercado cambiario han estado dirigidas a la venta en efectivo a la población en Cadeca (alrededor de 9.000.000) y unos 6.000.000 a la venta de dinero bancarizado a actores económicos para ofertas en pesos cubanos.
Todo este proceso es relativamente reciente y comenzó en agosto, cuando Gil anunció la compra de la divisa estadounidense a 120 pesos por dólar en una especie de mercado oficial paralelo de divisas. Las autoridades confiaban en que la medida fuera un éxito, pero en ningún momento han ofrecido datos; confirmando los temores de analistas que coincidieron en que luchar contra el mercado informal tenía poco sentido.
Muchos cubanos sin familia en el extranjero no tienen otra forma de comprar divisa que acudiendo al mercado secundario. Gracias a ello, consiguen la única moneda válida para comprar muchos productos básicos que solo se encuentran en las tiendas en MLC, establecimientos controlados por el conglomerado militar GAESA.
Las autoridades creen que los esfuerzos para implementar un programa de estabilización macroeconómica darán resultados positivos en 2023, pero la experiencia confirma que solo cosechan fracasos consecutivos.
Y los cubanos, ya lo saben.
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