Dieciséis empleados federales fueron informados oficialmente de sus inmediatos despidos de Radio TV Martí a causa de los recortes presupuestarios aprobados por el Congreso de Estados Unidos, según confirmaron fuentes internas consultadas por CiberCuba.
Los trabajadores de plantilla fija comenzaron a recibir hace una semana las cartas de terminación laboral, que responden al plan de reducción de personal (RIF), establecido por la Agencia para Medios Globales de Estados Unidos (USAGM), entidad rectora de la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB).
Los despidos se harán efectivos el 12 de febrero y los empleados afectados recibirán una licencia administrativa (administrative leave), lo que les permite cobrar íntegro su salario hasta la fecha de cancelación de sus puestos, con independencia de si desean seguir trabajando o no.
“El ambiente es muy deprimente dentro de la emisora, y la mayoría de nosotros hemos decidido quedarnos en nuestras casas y no trabajarle ni un minuto más a esta institución”, dijo a CiberCuba un empleado despedido que pidió no ser identificado.
Entre los trabajadores despedidos figuran los periodistas Salvador Blanco, Alberto Muller, Roxana Romero y Ada Balda, la corresponsal en Nueva York, Carmen María Rodríguez, el camarógrafo Rodolfo Hernández, los locutores Jorge Orellana y Bruno Tokarz, el productor audiovisual Fabián Pérez-Crespo y el editor Oscar Mora, quien funge como representante del sindicato en la emisora.
Blanco, Muller, Romero y Balda fueron ya afectados por un RIF en 2009, el cual incluyó a seis empleados. Pero el grupo fue reincorporado a Radio TV Martí después de una demanda civil y el fallo de un tribunal federal que calificó entonces los despidos de ilegales.
La nueva ola de cesantías estaba anunciada desde comienzos de agosto, cuando la OCB, que administra las operaciones de Radio TV Martí, envió una comunicación interna para informar del inminente RIF como consecuencia del recorte presupuestario de la agencia en el período fiscal (FY2023), iniciado el pasado 1 de octubre.
El presupuesto asignado a OCB es de unos $13 millones de dólares, muy por debajo de los $29.5 millones con que la estación ha funcionado durante los últimos años. La entidad es dirigida por la periodista cubanoamericana Sylvia Rosabal, nombrada en el puesto en abril de 2021.
Solo en salarios del personal de plantilla fija, que suma 79 empleados federales, OCB gastó $9.2 millones del presupuesto general, según datos compilados por CiberCuba a partir de los registros de USAGM.
En total OCB funciona con 117 trabajadores, una veintena de ellos registrados como contratistas, que incrementan el costo de las operaciones. El recorte de personal solo incluirá esta vez a empleados federales fijos. En dos ocasiones anteriores -septiembre de 2020 y marzo de 2021- la estación cesanteó a una veintena de contratistas, entre ellos periodistas y realizadores de alta capacidad profesional y vasta experiencia, favoreciendo a otros de menores talento y destrezas comunicativas.
USAGM no respondió mensajes enviados por CiberCuba para comentar sobre el plan de despidos.
“Si la situación era precaria, con estos despidos el funcionamiento de Radio TV Martí quedará en una cuestión formal, con mínimo impacto en la audiencia de Cuba”, comentó a CiberCuba un empleado que no está en el listado de despedidos. “Es una muerte decretada para esta institución”.
En realidad, los tropiezos de la entidad, fundada en 1985, se han multiplicado en los últimos años. Las estaciones de Radio TV Martí han buscado intensificar su presencia en internet, con una reasignación de tareas multimedia a los reporteros para producir contenido radial y audiovisual con destino a las redes sociales y la plataforma digital.
Pero la jefatura eliminó desde 2018 los equipos de producción de contenido dentro de Cuba y aumentó contratos de colaboradores de Miami. El noticiero televisivo fue cancelado durante la pandemia y la gestión del personal de televisión es cada vez más cuestionable en los tiempos del streaming y la internet para una estación que no ha logrado verse en Cuba en sus 32 años de existencia.
Ante las primeras alarmas sobre los recortes de personal, legisladores cubanoamericanos habían apelado a la dirección de USAGM para tratar de detener los despidos.
El pasado septiembre, un grupo bipartidista de ocho congresistas emitieron una petición de emergencia para tratar de detener el RIF, reclamando se reexaminara el plan de reorganización de OCB.
"Creemos que USAGM no ha podido justificar ante el Congreso cómo estos cambios permitirán la misión de OCB de apoyar el derecho del pueblo cubano a buscar, recibir e impartir información e ideas. A la luz de las protestas históricas y sin precedentes del año pasado en Cuba, y dentro de todas las normas y reglamentos aplicables, le solicitamos que reconsidere cualquier plan para aplicar esta reducción de personal (RIF)", señaló la misiva.
Entre los firmantes figuraron los senadores Marco Rubio y Rick Scott; los representantes Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar, Carlos Giménez y Bebbie Wasserman-Schultz, todos por Florida; Albio Sires (Nueva Jersey) y Nicole Malliostakis (Nueva York).
Los legisladores consideraron que el Congreso no había tenido una explicación adecuada que justificara los drásticos recortes encarados por OCB desde 2019, cuando USAGM ha solicitado financiamiento inamovible o incrementos para el resto de sus cuatro entidades adjuntas.
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