Dos artistas fueron expulsadas de la Feria de Art Basel Miami tras realizar un performance en el que extrajeron en público leche materna de los pechos de una de ellas, y organizaron una puja para subastarla en directo.
La acción plástica, realizada el pasado fin de semana, no fue del gusto de los organizadores, que ordenaron a los guardias de seguridad del evento que sacaran del recinto a la fuerza a las dos mujeres, que llegaron a alcanzar una oferta de 200,000 dólares por su intervención artística.
“Dos artistas son sacadas a la fuerza de Art Basel Miami después de Ordeñar los senos de una mujer”, indicó en Twitter el medio DTN News, compartiendo imágenes del momento en que los organizadores interrumpían la subasta.
Titulada ‘Milking the Artist’ (Ordeñar al artista), la obra fue interpretada por la artista Lori Baldwin y la artista contemporánea anónima conocida como OONA. Una gran multitud de asistentes a la Semana del Arte de Miami fue testigo del violento desalojo sufrida por ambas.
La exhibición comenzó con las dos artistas gritando y llamando la atención del público sobre el fetichismo en torno el seno femenino. Según TMZ, tras conseguir despertar la curiosidad de un nutrido público, OONA comenzó a exprimir la leche de su seno con ayuda de Baldwin, que sujetaba el recipiente donde era almacenado el suero materno.
"En la mayoría de las ferias de arte, los senos desnudos solo existen en las pinturas, enmarcados como objetos muertos. Aquí los senos son audaces porque están unidos a un cuerpo vivo que da su consentimiento", explicó OONA en su página web sobre la obra censurada.
Por su parte, Baldwin expresó que “la parte más vulnerable e insidiosa del mundo del arte determina qué artistas ordeñar y cuánto vale su leche. En ‘Ordeñar al artista’ jugamos con el contexto y su relación con el valor”.
“Estamos subiendo el precio mínimo de la performance feminista”, añadió Baldwin, artista de performance radicada en Berlín que utiliza el humor negro y el glamour para desafiar las ideas comunes sobre el poder, el género, los finales, el erotismo y la muerte.
Por su parte, OONA -que se define a sí misma como una artista conceptual anónima inexistente, pero que se toma a sí misma muy en serio- consideró que “la desnudez es la droga de entrada a las capas más profundas de esta pieza”.
“Claro, la actuación complace la obsesión general por cosificar a las mujeres, pero solo se detiene allí si así lo deseas”, manifestó la artista que, además de censurada por los organizadores del evento, ha visto denunciadas las publicaciones que ha compartido en redes sociales sobre su performance.
“Ahora que @tmz_tv ha compartido lo sucedido, un montón de perdedores han venido a mi página a denunciar la publicación original por violar las reglas tontas de los algoritmos: ESE ES UNO DE LOS MUCHOS PUNTOS DE ESTA OBRA DE ARTE. A quienes sigan denunciando mis publicaciones, les advierto que voy a borrar y volver a publicarlas, para que se jodan”, indicó.
Esta edición de Art Basel Miami no ha estado exenta de polémica y provocación por parte de los artistas. Esta semana, la artista y opositora cubana Ana Olema denunció haber sido víctima de censura durante la celebración de un performance cuando mostró en su espacio un cartel en el que se leía 'Che was a killer'.
"Lo que pasó, en pocas palabras, fue que me censuraron", dijo Olema en un video publicado en Facebook en el que compareció junto a Claudia Genlui y a la artivista Annelys Casanova para explicar que varias personas se le acercaron hablando en inglés para atacarla por su performance, e incluso amenazaron con llamar a las autoridades.
“Nos dijeron que era una ofensa para los que estaban alrededor nuestro que estuviéramos haciendo esto.' Tú no tienes consideración ni sensibilidad, me dijo una vendedora de al lado'”, se quejó.
Entre las obras polémicas de esta edición, destacó también un cajero automático que crea rankings de saldos bancarios, que sin embargo se ha convertido en una de las instalaciones más populares.
El cajero, que clasifica a quienes insertan su tarjeta y muestra su saldo bancario y su foto en una tabla de clasificación que todos pueden ver, fue vendido por 75.000 dólares a un coleccionista local que planea colocarla en un lugar público donde la gente pueda seguir interactuando con la obra.
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