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El Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) negó que hubiera censura contra la película Vicenta B, del cineasta Carlos Díaz Lechuga, y tachó al director de ser ofensivo.
El perfil del ICAIC en Facebook publicó una entrevista a Ramón Samada Suárez, presidente de la institución cultural. El funcionario asegura que "Vicenta B no está censurada".
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Explicó que esta película recibió el apoyo de la segunda convocatoria del Fondo de Fomento del Cine Cubano y "ha sido invitada para su exhibición" en el festival, pero añadió que "los productores, en uso de sus derechos, han declinado la propuesta".
"Su director ha roto públicamente con la Revolución cubana, con todas las instituciones culturales, la Escuela Internacional de Cine y Televisión, la UNEAC, el ICAIC y su Registro del Creador, utilizando un lenguaje cada vez más ofensivo y vulgar hacia compañeros de la dirección del país, de sus instituciones y hacia artistas e intelectuales que no comparten sus ideas", dijo Samada.
En criterio del funcionario, Díaz Lechuga utilizó la presentación de la película en festivales internacionales "como pasarela política para insultar y agredir a la revolución".
Samada comentó que en julio el ICAIC consultó al cineasta para incluir una obra suya en la programación de verano, y Díaz Lechuga expresó públicamente "su rompimiento total y su negativa a que su obra fuera exhibida". Dijo que posteriormente, "en actitud incoherente, inscribe Vicenta B en el Festival".
El funcionario señaló que el Jurado del evento valoró en Vicenta B "la calidad del guion, el diseño de producción y el acercamiento a una zona compleja de los problemas de la sociedad cubana".
Comentó que el ICAIC apoyó al equipo de producción del largometraje durante el período de la pandemia del coronavirus, en 2021. "En ese sentido es una obra que acompañamos y a la que, sin ser sus productores, aportamos mucho para su realización. Esa es la obra, la que deseamos exhibir al público cubano", dijo.
Carlos Díaz Lechuga respondió a la entrevista de Samada. Aseguró que el presidente del ICAIC trata de culparlo de la censura institucional sobre el filme.
"En sus palabras trata de culparme de la censura, por el simple hecho de ejercer mi libertad de expresión. En su discurso es "obvio" que nuestra película la han tratado igual que al resto de películas cubanas y del resto del mundo. Parece olvidar los años 2016 y 2017 cuando nos trato de maravilla junto a la policía de la Seguridad del Estado", dijo el cineasta.
"Para él y los otros de su clan, en Cuba no hay presos políticos y uno es el que agrede. No ellos, que se creen dioses y se han robado un país jodiéndole la vida a 11 millones de cubanos. Reitero el deseo de todos por una Cuba sin que las madres teman el destierro, la cárcel o el peligro de la selva y el mar para sus hijos", subrayó.
El cineasta había explicado con anterioridad que el ICAIC no informó sobre la aceptación de la película Vicenta B en el concurso del Festival, en el que fue inscrita inicialmente. La retiraron evitando que pudiera competir con otros filmes.
Luego retiraron la programación que estaba prevista en el Cine Yara y la relegaron al cine Acapulco, en horario nocturno y con solo dos proyecciones. Esto generó indignación en el director del filme pues entendió la decisión del ICAIC como una forma de censura.
Las publicaciones, del cineasta y del ICAIC, han generado un amplio debate. Una de las preguntas es por qué Díaz Lechuga acusa al ICAIC de censura si Vicenta B está incluida en la programación del evento.
El usuario de Facebook, Marcos Paz Sablón, ofreció una respuesta con argumentos para que, quienes tienen un concepto literal de la censura, puedan comprender lo que pasa al interior de las instituciones culturales en Cuba.
"Censura es también eliminar posibilidades: entre ellas la de legitimación. La obra de Lechuga estaba inscrita en la sección de concurso del Festival. Hay pruebas visuales de ello. De repente es removida y bajada a fuera de concurso (...) Eso, con una película de recorrido brillante en festivales, que cuenta además con financiamiento del ICAIC", comentó el joven.
Señaló que la obra venía legitimada tras ganar dos premios en otro festival internacional, pero aún así fue desplazada "por una decisión política. Por tanto, es un acto de censura, en tanto pretende deslegitimar, reducir una obra hasta el mínimo posible, por una decisión fuera del campo de lo artístico", concluyó.
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