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El médico cubano Alexander Jesús Figueredo Izaguirre continúa trabajando y progresando en Estados Unidos, y según dice, lo único que lamenta es no haber salido antes del infierno que vivía en Cuba.
"Cuando en Cuba dicen que avanzan y que eso nos duele, miro los diplomas médicos que en 4 meses ya tengo en este país, y lo único que me duele es no haber venido antes de ese infierno", dijo en su muro de Facebook.
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El doctor, quien se encuentra residiendo en Houston, Texas, envió un mensaje a sus colegas en la Isla, justo un año después de que el régimen lo inhabilitara para ejercer la medicina en Cuba por sus críticas al sistema de salud.
"Pobres los colegas que aún siguen dándole la cara al pueblo por un mísero salario, sin futuro, sin porvenir y viendo como se construyen hoteles en vez de hospitales, cómo hay más patrullas que ambulancias y siguen como las ovejas aguantando callaos", lamentó.
"Seguimos cosechando éxitos y eso sí les duele... Yo sí voy por más", recalcó.
Figueredo Izaguirre, quien arribó a EE.UU. en julio, siempre se ha mostrado dispuesto a estudiar para acceder al ejercicio de su profesión.
"Otro logro en poco tiempo en el país donde dice la dictadura hay que ser millonario para ser un médico. Yo soy millonario, pero de neuronas. Aquí te miden tu intelecto, tu esfuerzo y tu capacidad, por eso este país es grande", escribió en un post en octubre, junto a una foto del documento que lo acredita como asistente médico.
El galeno granmense, que en su país sufrió un fuerte asedio por parte del régimen castrista, ha dicho varias veces que después de emigrar ha recuperado la ilusión.
"Miro el presente y estoy luchando por mis sueños. Miro adelante y el futuro es mío. Miro hacia atrás y veo un esclavo que perdió 41 años de su única vida arando en el mar, sin presente y sin futuro. Lucha tu libertad o mírate en ese espejo", dijo.
El médico afirmó que el comunismo es un sistema donde el trabajo destruye al hombre, lo mantiene pobre toda la vida, mientras los dirigentes viven en la riqueza, algo que no ocurre en el capitalismo, donde "el trabajo fortalece al hombre, levanta su espíritu y dan ganas de trabajar todos los días porque la meta es el cielo".
El doctor Figueredo llegó a Estados Unidos junto a su colega Alexander Pupo Casas a finales de julio, tras varias semanas de dura travesía por Centroamérica y México.
Menos de un mes después, ambos mostraron en redes sociales el progreso material que habían alcanzado, y aseguraron que eso era algo impensable, a pesar de la profesión que ejercían.
"41 años, con dos misiones de esclavo, más de 15 años de médico y dejé mi casa en Cuba por la mitad, sin terminar de construir. Aquí a un mes tengo lo que jamás pude tener en tantos años Trabajando se vive una vida digna como un ser humano", dijo Figueredo entonces, junto a una foto del apartamento donde estaba viviendo.
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