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La población espirituana paga por estos días la libra de frijol a un precio de hasta 160 pesos la libra debido a la ausencia del grano en la canasta familiar normada y los mercados agropecuarios estatales.
Según un reporte del periódico oficialista local Escambray, luego de que los inspectores estatales desde el pasado jueves interviniesen en tres ocasiones a los vendedores del principal mercado de la ciudad cabecera provincial para que se ajusten al precio establecido, el frijol desapareció y solo se sigue vendiendo en casas almacenes del mercado negro.
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“Estamos insistiendo en que se debe respetar el precio topado de los productos que, en el caso del frijol, ahora, es de 70 pesos la libra para el sector estatal y 120 para el privado, al igual que el del tomate que es hasta 25 pesos la libra”, aseguró Guillermo Santiago Hernández Núñez, vicepresidente del Consejo de la Administración del Gobierno en Sancti Spíritus, pero a todas luces su estrategia punitiva no ha dado resultado en un contexto marcado por la inflación.
El reporte de Escambray explica además que, el pasado domingo, los campesinos independientes decidieron no acudir a la Feria Agropecuaria Estatal y culpa a los funcionarios de Agricultura por no obligarlos a vender en ese espacio.
Por otra parte, Escambray refiere que el precio del tomate también se cotiza alrededor de los 125 pesos la libra, un monto que se aleja del tope de 25 pesos en que el Estado decidió regularlo.
Las autoridades de Agricultura en Sancti Spíritus están intentando entonces renegociar “la ficha de costo de determinados productos que resultan indispensables” para “establecer precios adecuados y contextualizados”.
Además, los inspectores estatales continúan en su cruzada para topar los precios. Realizan visitas sorpresas a mercados del territorio y, en caso de detectar precios por encima de lo que el Estado ha establecido, imponen multas y decomisan los productos.
La inflación en Cuba alcanzó el 208% en medio de un país en ruinas, según la medición hecha a comienzos de octubre por el prestigioso economista estadounidense Steve Hanke, quien situó al país en el segundo puesto en la lista de países con mayor inflación.
“En Cuba las desastrosas políticas económicas han dejado al país en ruinas. Hoy, mido la inflación en el paraíso comunista en un castigador 208%/año”, apuntó el también profesor de la Universidad Johns Hopkins.
El pasado miércoles se conoció que en Matanzas ocho panecillos llegan a costar en el mercado informal más de 100 pesos.
Un reportaje del medio de prensa oficialista Girón, detalló que, en las calles de la Atenas de Cuba, los vendedores tienen ofertas de panes pequeños, tipo de bocadito de cumpleaños, a la venta por más de 100 pesos cubanos.
No solo han incrementado el precio, sino que redujeron la cantidad de pan a la venta y aún así muchas personas compran el producto porque en las panaderías estatales simplemente no hay pan o es de pésima calidad y también caro.
A finales de octubre trascendió, por su parte, que los cubanos llegan a pagar hasta 340 pesos por una libra de carne de cerdo en la Isla de la Juventud.
Aunque en el municipio especial la carne de cerdo se llegó a cotizar hasta en 14 y 18 pesos la libra en otros tiempos, ahora su precio aumentó de forma exorbitante en medio de la inflación y de un descenso considerable de la producción porcina.
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