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Fuerzas policiales del régimen cubano detuvieron este jueves a cuatro trabajadores de una fábrica de aceite en La Habana, al ser sorprendidos durante la sustracción de botellas de aceite en las instalaciones.
“Cuatro trabajadores de la Aceitera Alberto Álvarez, del municipio Regla, en La Habana, fueron sorprendidos en un robo de aceite”, informaron fuentes vinculadas al Ministerio del Interior (MININT) en sus redes sociales.
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Dos hombres y dos mujeres serían los presuntos autores del delito, según La Página de Mauro Torres 2.0. Los cuatro sospechosos estarían detenidos en la Estación de la Policía del municipio Regla.
Según las fuentes, los trabajadores habrían sido “detenidos por oficiales en el acto delictivo de manera infraganti”, tras forzar la cerca perimetral de la aceitera. La publicación compartió imágenes de los supuestos delincuentes junto a un centenar de litros de aceite en botellas y garrafas.
El perfil de Mauro Torres (cerrado por Facebook en su reciente limpieza de páginas que incumplen con sus reglas, y reabierto con parecido nombre al anterior) indicó que “los presuntos autores forzaron la cerca perimetral para desviar la mercancía y posteriormente revenderla a un elevado precio especulativo”.
En el último mes, el régimen ha arreciado su persecución de delitos de carácter económico en una cruzada contra “ilegalidades” de “intermediarios y revendedores” en el sector comercial tanto estatal como privado.
En la capital cubana se activaron 15 grupos municipales de lucha contra la venta ilícita de alimentos, el acaparamiento, el desvío de recursos y los llamados precios abusivos.
Recientes operativos policiales contra vendedores en los municipios de Arroyo Naranjo y La Habana del Este, dieron como resultado centenares de productos decomisados.
En Víbora Park, se requisaron 116 files de huevos, 43 paquetes de detergente, 34 jabones de baño, 29 paquetes de toallitas húmedas y 23 paquetes de toallas sanitarias, en una llamada Casa Almacén.
En el mismo municipio (Arroyo Naranjo), el grupo de enfrentamiento ocupó dos mesas con venta ilegal y una carretilla de venta de pan en la zona conocida como la Curva de Párraga, y se decomisaron dos pomos de aceite vegetal, cinco de espaguetis, cuatro de refrescos Zuko, otros cuatro de sal y 11 de toallitas húmedas, además de 14 jabas de pan.
También en Marianao, el 25 de octubre por la noche, la policía efectuó una inspección en las panaderías Cuba-Italia, Ciro Redondo y Gran Esfuerzo, donde el pan normado no tenía el peso adecuado ni cumplía con los parámetros de calidad que fijan las normas técnicas. Además, en una de ellas había un faltante de mil panes, lo que se tipificó como delito económico.
Dos días después, en otro operativo de fiscalización, varios cuentapropistas radicados en la zona de El Lido fueron multados con 8,000 pesos por el precio al que vendían sus productos, que les fueron decomisados y entregados a instituciones sociales.
"Lo que estamos pidiendo es que desarrollemos un enfrentamiento contra los ilegales, los pillos, lumpen, vagos y contra los corruptos, en favor de nuestro pueblo y en favor de la tranquilidad y el desarrollo honesto de nuestra sociedad", dijo recientemente el gobernante Miguel Díaz-Canel en una reunión del Consejo de Ministros en la que presentó un documento con directivas generales para la prevención y el enfrentamiento al delito.
"No podemos permitir que la lógica de alguien en Cuba, en la construcción socialista, sea querer enriquecerse sin producir, sin trabajar, sin aportar, como intermediario y de manera ilegal", dijo el también primer secretario del Partido Comunista de Cuba, al que pidió más control sobre las entidades estatales y organismos "para que cumplan sus misiones".
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