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La familia del líder opositor José Daniel Ferrer informó que desconoce el estado de salud del preso político que lleva más de un año y tres meses en prisión.
“La incertidumbre nos embarga cada día más sin saber cómo se encuentra José Daniel, si ya está en huelga de hambre o si aún permanece sobreviviendo de los pocos alimentos que le quedaban”, comentó en el Twitter del líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) su hermana, Ana Belkis Ferrer.
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A mediados de octubre, Ferrer anunció que iniciaría una huelga de hambre en la prisión como “recurso extremo en demanda de su libertad y respeto de sus derechos”.
Ana Belkis informó en ese entonces la decisión del prisionero político y dijo que “hace cuatro meses y seis días [Ferrer permanece] sin sus ropas, en calzoncillo, sin permitirle hablar por teléfono con su familia y alimentándose solo de la jaba de alimentos que le permiten cada 45 largos días”.
Dijo que al salir de una visita de apenas 10 minutos en la prisión de Mar Verde en Santiago de Cuba, Nelva Ismaray Ortega, esposa del detenido, informó que en esta ocasión Ferrer se negó a recibir la bolsa con comida que le envió su familia “alegando que cuando se le terminen los pocos alimentos que le quedan de la anterior jaba se plantará en huelga de hambre hasta las últimas consecuencias”.
Poco después de conocer la noticia, miembros del Parlamento Europeo (PE) expresaron su preocupación por la decisión del preso político de plantarse en huelga de hambre.
“Expresamos nuestra profunda preocupación por las consecuencias de esta decisión que ha tenido que adoptar José Daniel Ferrer como último recurso ante su situación de tortura y cautividad. Requerimos un servicio sanitario adecuado que permita monitorear y atender el estado de salud de Ferrer de forma oportuna y a tiempo. Mostramos nuestro apoyo incondicional a su esposa e hija”, dijeron los firmantes de una declaración posteada en Twitter por el miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores del PE, José Ramón Bauzá.
Los firmantes asumieron la decisión del líder de la opositora UNPACU con pesar, “sabedores de las graves consecuencias que puede acarrear para su salud, ya afectada por las infames condiciones en la que se encuentra desde el inicio de su cautiverio”, subrayó el documento.
Ferrer fue detenido el 11 de julio de 2021 cuando se disponía a participar en las manifestaciones pacíficas que sacudieron el país y que tuvieron a Palma Soriano como uno de los escenarios principales de la explosión popular.
Considerado una de las caras más visibles de la oposición política en Cuba, Ferrer ha visto deteriorarse su salud a consecuencia de las continuas huelgas de hambre que ha realizado contra los atropellos del régimen en la isla hacia su persona y su organización.
Actualmente tiene una afección renal severa que le provoca fuertes dolores, según el testimonio de sus allegados.
Las últimas huelgas protagonizadas por él ocurrieron en marzo y abril de este año, contra las arbitrariedades a que es sometido en la cárcel.
Ferrer es uno de los opositores con más larga trayectoria en Cuba. Fue una de las víctimas de la Primavera Negra de 2003, cuando el gobierno cubano encarceló a 75 activistas, periodistas y bibliotecarios independientes.
En 2011, como resultado de una serie de negociaciones en favor del llamado Grupo de los 75, fue excarcelado, y la mayoría de los exprisioneros se exilió. Sin embargo, Ferrer, al igual que los opositores Félix Navarro, Ángel Moya y otros pocos, decidieron quedarse en la isla, donde continúan oponiéndose al régimen totalitario cubano.
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