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El expreso político y líder del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), Eduardo Cardet Concepción, fue liberado este sábado por la policía de Holguín, tras amenazarlo con enjuiciarlo por desorden público si participaba en protestas pacíficas.
La detención de Cardet Concepción se debió a su participación en las manifestaciones que tuvieron lugar el pasado 12 de octubre en esa provincia del oriente cubano en contra del gobierno y los apagones, explicó a través de la web del MCL.
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"Me acusaron de haberla instigado y amenazaron con prisión si volvía a participar en algo similar. Los oficiales resolvieron notificarme una especie de advertencia mediante acta, que por supuesto no firmé por ser un documento ilegal", explicó.
Cardet Concepción fue detenido en la localidad Velasco, Gibara, y trasladado hasta el Centro de Operaciones de Delitos contra la Seguridad del Estado, ubicado en el consejo popular Pedernales, de la capital de Holguín. El regreso a su domicilio fue "por sus propios medios".
El coordinador nacional del MCL estuvo preso por ofrecer declaraciones a una emisora internacional sobre Fidel Castro, poco después de la muerte del líder comunista en noviembre de 2016.
Amnistía Internacional lo declaró prisionero de conciencia y criticó que lo sancionaran por un delito común, atentado contra la autoridad, por atacar a un oficial de la Policía Nacional Revolucionaria.
Dos años después de la muerte de Oswaldo Payá (1952-2012), fundador y líder del MCL, Cardet Concepción fue elegido como coordinador nacional para que continuara con uno de los propósitos de esa plataforma cívica: promover un cambio dirigido por cubanos y para cubanos, a través de un proceso pacífico y democrático.
Como parte del acoso selectivo de la Seguridad del Estado contra el opositor, le impidieron viajar a Estados Unidos en enero de 2020, engrosando la lista de cubanos "regulados" por las autoridades migratorias para impedirles que salgan del país como método de castigo.
Un mes antes le advirtieron que hacia él y todos los opositores tendrían una política de "tolerancia cero", para evitar que se expandieran por el país los ideales de cambio político que promueven.
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