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El gobierno cubano busca impulsar la modalidad de turismo de salud en el polo turístico de Varadero y los hoteles de La Habana a partir de un acuerdo entre el grupo estatal Cubanacán y la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos (SMC).
El acuerdo, suscrito en mayo durante la pasada Feria del Turismo, permite a vacacionistas con problemas renales realizarse el tratamiento de hemodiálisis mientras se alojan en hoteles de La Habana y el Varadero, y ofrece servicios de calidad de vida al turismo de larga estancia en lugares como la Ciénaga de Zapata, según el reporte de la agencia Prensa Latina.
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El Ministerio de Turismo (MINTUR) ofrece además a los visitantes de Varadero y La Habana servicios de rehabilitación pos-Covid-19 e inmunización con vacunas cubanas contra esta enfermedad.
Según este Ministerio, la estrategia busca sobre todo aprovechar las potencialidades cubanas en cuanto a desarrollo biotecnológico.
Las autoridades cubanas entienden el turismo de salud como una vía para “la recuperación y normalización de la economía y sociedad cubana”, de acuerdo con la opinión del economista cubano Miguel Alejandro Figueras.
Este experto considera que el turismo de salud es una vía rápida de crecimiento, pues en años recientes contribuyó con 200 mil millones de dólares a los países que exitosamente lo gestionan.
Por tanto, concluye que esta forma de turismo puede convertirse en un pilar de la recuperación económica del país.
Mientras que el gobierno cubano se empeña en seguir construyendo fastuosos hoteles que contrastan con la pobreza general y la precariedad de las infraestructuras en la Isla, el turismo en Cuba atraviesa una crisis profunda.
Hasta el cierre de agosto a Cuba llegaron 971,456 turistas, cifra que representa solo el 12.27 % de los visitantes que recibió el país en igual fecha de 2019, el último año con mejores datos antes de que comenzara la pandemia del coronavirus.
De esta manera, el gobierno, aferrado a su plan de 2,5 millones de visitantes antes del cierre de 2022, aspira a convertir al país como un destino que no solo ofrezca sol y playa, sino que los vacacionistas disfruten también de sus paisajes naturales, sitios históricos o accedan a servicios de salud, todo con el propósito de acaparar divisas extranjeras en medio de una crisis económica, política y social.
Otra de las apuestas, en este sentido, es la del turismo de naturaleza, una variante con la cual las autoridades intentan captar más visitantes extranjeros, en medio de una crisis económica nacional, en parte porque se incumplen los planes estatales para el sector y no se obtienen los ingresos esperados.
A finales de septiembre, Manuel Marrero Cruz, primer ministro cubano, lamentó durante el evento TURNAT 2022, en La Habana, que la isla caribeña sea promocionada solo como un destino de sol y playa, teniendo otros atractivos como la salud, el deporte y la gastronomía.
Marrero destacó que los turistas que llegan a Cuba buscan destinos políticos e histórico, sobre todo los más jóvenes; aunque no especificó cifras ni nacionalidades.
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