Un activista cubano denunció basureros y aguas albañales en una calle del barrio Fontanar, en el municipio de Boyeros, en La Habana, tras considerar que vivir allí es pura “resistencia creativa”.
“Resistencia creativa compañeros… dentro de poco voy a tener que contratar un coyote para que me saque de la casa”, refirió este sábado en Facebook el joven activista Leandro René Hernández Ibarra, tras compartir un video en el que describe las condiciones de insalubridad de la calle donde vive, por el desbordamiento de las aguas albañales y la acumulación de basuras desde hace años.
“Voy por la vereda tropical, tenemos una fosa desbordada y Comunales no quieres botar la basura, que nos la vamos a tener que tragar”, se escucha decir en el video al activista en tono irónico.
También refirió en ese mismo tono que “todo tiene un beneficio porque los niños pueden desarrollar más anticuerpos y así se gasta menos en medicina, además como dice el primer secretario del Partido, Miguel Díaz-Canel, aquí tenemos ‘la resistencia creativa”. Miren para acá. Para qué arreglar la fosa, si los ciudadanos y los vecinos ponen su piedrecita para que tú vayas brincando”.
“Para qué arreglar la fosa, ya pones tu piedrecita. De ***inga, vivir en Jumangi”, concluye en tono humorístico, tras mostrar cómo las aguas albañales y la basura corren por la calle.
Tras la publicación, un usuario comentó que “lo han destruido todo, no hay una cuadra donde no haya un derrumbe, no hay una cuadra donde no haya un salidero, no hay una cuadra donde no haya un basurero, no hay una cuadra que no tenga baches. Han destruido el país, se necesitarán muchísimos recursos y años para componer todo lo que han destruido después que dejen el poder”.
Otra internauta comentó, tras reconocer su vivienda en el video, que “ese muro con los huequitos es la parte de atrás de mi casa y para mí está prohibida la salida por esa puerta blanca. ¿Saben desde cuándo esa calle está así? Desde el Festival de la Juventud y los Estudiantes y desde esa época, intermitentemente, estamos en esas condiciones, porque vienen meten un tubito y a los dos días se vuelve a reventar. Ahí puedes encontrar cualquier cosa, tanto las intimidades de personas, como los alimentos que ingirieron no sabemos cuándo. LA VERDAD MUY ASQUEROSO”.
Esta no es la primera denuncia que trasciende por las condiciones de insalubridad en la que están numerosos inmuebles y localidades de la capital cubana, donde hay una alta incidencia de casos sospechosos de dengue, enfermedad que se transmite por el mosquito Aedes Aegypti, que sobrevive y se reproduce hasta en aguas albañales.
Este jueves, el tuitero cubano conocido como Deshollinador denunció a través de un video el estado de abandono en el que se encuentra el antiguo hotel Isla de Cuba, inaugurado en 1888 y actualmente convertido en vertedero y urinario público.
"Los invito al Hotel Isla de Cuba, esto es un pequeño vistazo a como está el país completo. Continuidad de la miseria en la dictadura", afirmó en el post.
El internauta aseguró que "se metió a la mierda" para mostrar la realidad de la otrora hermosa edificación, en calle Máximo Gómez (Monte) entre Aponte y Cienfuegos, Centro Habana, y que hoy está totalmente destruida.
En el material se ve el edificio protegido por una valla de seguridad y dentro completamente lleno de basura. En una esquina, entre las ruinas, se ve a un hombre orinando.
La situación no es exclusiva de esta edificación. En Cuba otras hermosas construcciones de valor arquitectónico han corrido la misma suerte, como es el caso de un edificio de Centro Habana que se derrumbó frente al Malecón y se han convertido en un basurero, resultado de la desidia institucional y la indisciplina social.
"Es La Habana, Cuba, no me he ido a Ucrania", escribió en Twitter este mismo usuario en septiembre pasado.
El régimen parece haber renunciado a estas edificaciones de valor patrimonial. A medida que estos edificios se caen, se levantan en La Habana lujosos hoteles.
Un ejemplo es el abandono de recintos teatrales como el Bertold Bretch, el Amadeo Roldán y la Casona de Línea, cuya destrucción transcurre en el mismo instante en que se inauguran hoteles para el turismo.
En julio último, el cubano Luis Lacosta, ex-director de arte en el ICAIC, denunció la presencia de mosquitos, roedores y mal olor en un basurero cerca de su casa, en el municipio San Miguel del Padrón, en La Habana.
"¿Hasta cuándo?" se preguntó Lacosta en una publicación en Facebook, donde en varias ocasiones ha denunciado la degradación que sufren los espacios públicos de la ciudad.
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