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En una inusual petición a Estados Unidos, el gobierno de Cuba solicitó ayuda de emergencia a la administración de Joe Biden para enfrentar los devastadores daños causados por el huracán Ian a su paso por la isla, según un reporte del diario The Wall Street Journal (WSJ).
La información revelada por el WSJ está basada en la revisión de recientes mensajes diplomáticos, cruzados electrónicamente entre ambas partes.
El periódico indica que no se solicitó una cantidad exacta y "Estados Unidos todavía está tratando de determinar si el gobierno de La Habana complementaría la solicitud mientras trabaja para cuantificar el alcance de los daños".
Es la segunda solicitud formal de ayuda que realiza Cuba, luego que el pasado agosto hiciera un pedido de asistencia técnica a Washington a raíz del devastador incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) proporcionó finalmente a Cuba 43 equipos de extinción de incendios y está en el proceso de adquirir equipos adicionales para enviarlos.
Los correos electrónicos sugieren que Estados Unidos sigue en diálogo con La Habana para determinar cuánta asistencia es necesaria, y que funcionarios estadounidenses valoran que las autoridades cubanas darían prioridad a los hospitales, las instalaciones de bombeo de agua, saneamiento y otras infraestructuras críticas si Washington favorece la ayuda.
El Departamento de Estado no respondió inmediatamente a una solicitud para confirmar el intercambio entre La Habana y Washington. El Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca declinó hacer comentarios.
En otras ocasiones en que Cuba ha sufrido huracanes, Estados Unidos ha ofrecido ayuda humanitaria, pero Cuba la ha rechazado.
Pero esta movida diplomática podría marcar un precedente significativo si Washington decide proporcionar ayuda ante la petición formal de Cuba.
"Si Cuba pide ayuda humanitaria y Estados Unidos se la da, eso sería un verdadero avance", dijo al WSJ el académico William LeoGrande, profesor de la American University en Washington y experto en asuntos cubanos.
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El diario estadounidense recordó que la solicitud se produce en un momento en que Rusia, el viejo aliado de Cuba, está enfrascada en la guerra con Ucrania y enfrenta férreas sanciones internacionales, mientras que La Habana atraviesa por su peor crisis económica en tres décadas.
"La petición cubana sugiere que Rusia, que ha apoyado a Cuba en catástrofes pasadas, no está en condiciones de hacerlo debido a la guerra en Ucrania", apuntó LeoGrande.
Cuba enfrenta una crisis económica de proporciones gigantescas, agravada por el desplome del servicio energético nacional que golpea el suministro de electricidad desde el pasado junio, cuando comenzaron a manifestarse severas averías y fallas en las principales termoeléctricas del país.
Los prolongados apagones se han convertido en fuente cotidiana de inconformidad popular, despertando desde entonces múltiples protestas públicas a lo largo del país.
El paso del huracán Ian ha complicado aún más la agónica situación de los cubanos. El ciclón causó daños catastróficos en el occidente del país y provocó un apagón total por el colapso del sistema energético, el pasado 27 de septiembre.
La población enfrenta aún las secuelas de la debacle de las termoeléctricas y los apagones se han mantenido por más de 72 horas a lo largo de la isla.
Las autoridades de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) dijeron este viernes que han logrado ya sincronizar "los sistemas aislados de la región occidental y oriental", y aseguraron que finalmente el Sistema Electroenergético Nacional (SEN) quedó operando integrado, aunque la estabilización de los suministros eléctricos será un proceso gradual.
Las protestas no se han hecho esperar y miles de personas han salido a las calles para manifestar su descontento y desesperación por los cortes eléctricos, los desabastecimientos y la deficiente respuesta gubernamental.
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