Tripulaciones aéreas de la Guardia Costera de EE.UU. (USCG) continúan la búsqueda de la veintena de cubanos reportados como desaparecidos tras un naufragio ocurrido este miércoles 28 de septiembre en aguas de los Cayos de Florida.
Una actualización publicada en Twitter este jueves sobre el caso asegura que además de la búsqueda aérea, también hay embarcaciones de la Guardia Costera que en el estrecho de la Florida están ayudando en la tarea de búsqueda y rescate de posibles sobrevivientes.
"La Guardia Costera asumió el riesgo calculado de lanzar una búsqueda, hay personas en el agua y si existe la posibilidad de que podamos salvarlas vamos a salir y luchar contra estos vientos hasta que sea completamente inseguro, para asegurarnos de que podamos encontrar a esas personas y tratar de traerla", dijo una oficial de la Guardia Costera en declaraciones a Telemundo 51.
Walter N. Slosar, jefe del sector Miami de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (USBP), informó en Twitter en la mañana de este 28 de septiembre que sus agentes, junto con el apoyo de la oficina del sheriff del condado de Monroe, respondieron a un desembarco de cuatro migrantes en Stock Island, quienes informaron que sus otros 23 compañeros de travesía estaban perdidos en aguas turbulentas del Estrecho de Florida.
Tras lanzar un operativo inmediato de búsqueda, la USCG localizó con vida a otros tres balseros, y prosigue la búsqueda de los veinte restantes.
Todos viajaban en una embarcación que naufragó a unas dos millas al sur de Boca Chica, un cayo del sur de Florida.
En una publicación del miércoles, la Guardia Costera ya había anunciado un despliegue de emergencia en el Estrecho de Florida con escampavías "estratégicamente ubicados" para responder a incidentes de búsqueda y rescate en alta mar.
Las deterioradas condiciones meteorológicas en la zona por la influencia del huracán Ian no han frenado del todo a los balseros cubanos, pues el martes la USBP detuvo a otros siete migrantes que desafiaron el oleaje causado por el huracán Ian sobre el Estrecho de Florida y tocaron tierra en Pompano Beach, en el condado de Broward.
El oficial Walter N. Slosar pidió a los migrantes no arriesgar su vida, y advirtió que "la marejada ciclónica junto con la marea real pueden crear condiciones marinas traicioneras incluso después de que pase una tormenta".
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