Dos semanas después de haberse reanudado el curso escolar, el Ministerio de Educación y el gobierno de La Habana crearon un destacamento especial de maestros para tratar de suplir el déficit de docentes en la capital.
El Destacamento Especial "Yo soy el Maestro" fue abanderado este martes en el Museo Nacional de la Campaña de Alfabetización, ubicado en Ciudad Escolar Libertad, en Marianao.
Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido Comunista en la provincia, entregó la bandera del destacamento a la pedagoga Rosario Gutiérrez Rodríguez, en un encuentro presidido por Ena Elsa Velázquez, ministra de Educación, y Reinaldo García Zapata, gobernador de La Habana.
El curso escolar 2021-2022 se reinició con una falta de maestros en La Habana que obligó a contratar docentes de otras provincias para impartir clases en la capital.
"Estamos contratando los estudiantes universitarios del proyecto Educando por amor, y se han incorporado además profesores de otras provincias que residen en 11 villas habilitadas por la Dirección Provincial de Educación de La Habana", dijo la ministra a la televisión.
Mientras el curso escolar comenzó sin los docentes necesarios, el régimen castrista exporta su capital humano educativo a otros países.
Este mes, maestros cubanos viajaron a Honduras para colaborar como asesores de la campaña de alfabetización Yo sí puedo, con el que las autoridades de ese país centroamericano pretenden bajar los índices de analfabetismo.
Desde que trascendió que Cuba enviaría maestros se desató una encendida polémica en Honduras; su gobierno trató de contener el revuelo alegando que los cubanos solo irían a apoyar y que no pondrían en riesgo los puestos de trabajo de los profesionales del país.
El pasado 5 de septiembre, unos dos millones de alumnos de distintos niveles de enseñanza volvieron a las aulas cubanas, algunos sin los medios básicos que necesitan como una mochila, zapatos y alimentación equilibrada.
Además de la ausencia de profesores, la educación enfrenta otros problemas a nivel nacional.
Unas 23 escuelas no abrieron sus puertas porque están en reparaciones, además de la crisis energética, que obliga a programar las clases de computación y las teleclases para momentos en que no haya apagones.
"Siempre la situación más compleja la tenemos en la capital, en la secundaria básica y los preuniversitarios", admitió Velázquez.
Acerca de la base material de estudio, dijo que estaba garantizada en lo esencial, aunque "se irán completando libros de texto en falta y añadiendo otros implementos de enseñanza en los próximos meses".
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