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La Dama de Blanco Aymara Nieto, que cumple una condena de cinco años y cuatro meses, padece depresión y problemas de presión arterial en la prisión de mujeres de Las Tunas.
“El día 16 de septiembre visité a mi esposa la presa política Aymara, quien se encuentra en la prisión de mujeres de Las Tunas. Aymara, inconforme con dicha injusticia por parte de la Seguridad del Estado, quienes formularon las patrañas de la sanción de 5 años y 4 meses. Hoy mi esposa deprimida por tanta injusticia le ha provocado muchos problemas con la presión, pero muy firme”, explicó el esposo de la presa política, el opositor Ismael Boris Reñí, en un post de Facebook.
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No es la primera vez que la Dama De Blanco afronta problemas de salud en prisión. A mediados de julio, Nieto fue trasladada a la enfermería de la prisión de mujeres a causa del dengue contraído entre rejas.
“Tiene dengue, tenía fiebre y la iban a ingresar; a ella la metieron en un cubículo ahí en observación, en la enfermería. Parece que algún médico la vio, que tenía fiebre y dolor de cabeza”, denunció su esposo en esas fechas.
El pasado 4 de mayo, Nieto cumplió la sentencia que la había mantenido en la cárcel desde 2018, pero en vez de salir en libertad, fue acusada de un presunto delito de amotinamiento en la cárcel del Guatao.
A mediados de junio, la opositora seguía sin respuesta a su proceso de apelación de la nueva condena de cinco años y cuatro meses de privación de libertad impuesta por el régimen en febrero último.
“Ella se encuentra pendiente, porque ya cumplió su sanción, esperando la nueva causa del supuesto delito del motín en el Guatao”, puntualizó Boris Reñí por esas fechas.
En julio, el opositor explicó que el abogado encargado de la defensa le dijo que el proceso de apelación “se demora hasta cinco o seis meses”.
Según su esposo, la fiscalía nunca pudo demostrar que Nieto Muñoz cometiera “desorden público en centro penitenciario”, el delito por el que ahora se le acusa y la mantienen en la cárcel.
Ese nuevo cargo motivó que la prisionera política fuera trasladada a más de 600 kilómetros de su familia, lo cual ha ocasionado que permanezca hasta dos años sin contacto con sus dos hijas menores de edad.
Por el momento, según confirmó su abogado a mediados de junio, a Nieto Muñoz la mantienen en un destacamento de “pendientes” en la misma prisión de Las Tunas, donde se encuentra recluida desde marzo de 2020, a una distancia considerable de la capital cubana, donde reside su familia.
La Dama de Blanco, que fue juzgada por videoconferencia el 7 de febrero, sufrió un proceso plagado de irregularidades y de fallos en la conectividad, según denunció su esposo. El juicio sesionó en el Tribunal Popular Provincial de Ciudad de La Habana, mientras ella asistía de forma remota desde Las Tunas.
“Fue un juicio manipulado por la Seguridad del Estado” para incriminarla y aumentar su condena, dijo Boris Reñí, quien también denunció como falsas las acusaciones de haber provocado un incendio en la prisión de mujeres del Guatao en 2020. Un incendio en medio del cual la propia Aymara quedó atrapada, “encerrada en la celda, con gran peligro para su vida”, según su esposo.
El caso de Nieto Muñoz ha sido visibilizado por la sociedad civil cubana, organizaciones de derechos humanos y forma parte de la campaña “¿Presos Por Qué?” impulsada por el gobierno de Estados Unidos, además de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos, que en abril último expresó su preocupación por su salud en prisión.
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