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Una misa en honor a los fallecidos en el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas fue oficiada este martes en la iglesia St. Raymond de Coral Gables, en Miami.
Durante la homilía, con amplía concurrencia de cubanos residentes en el sur de Florida, los sacerdotes José Conrado y Juan Lázaro Vélez honraron a las 16 víctimas del siniestro ocurrido el pasado agosto, donde perdieron la vida un grupo de jóvenes que cumplían el Servicio Militar Obligatorio.
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En alusión a los más jóvenes, el padre Conrado remarcó la importancia de que no quedaran en el anonimato, sino que fueran recordados como hijos de la patria que murieron para salvar a otros; y recálcó que su muerte no se había producido por voluntad propia sino por el mandato de alguien más.
“No podemos honrarlos sin recordar que fueron enviados a morir por un señor que no los acompañó, que los insultó, que les dijo cobardes, que les dijo malas palabras porque ellos tenían que dar el paso pero él no”, expresó el sacerdote, deslizando una crítica a la obligatoriedad del servicio militar en Cuba.
Para el padre Conrado, ese es el “resumen” de los últimos “63 años de historia que hemos padecido los cubanos”.
“Los mandaron a morir a Angola, a guerras de América Latina, y muchos murieron, pero tenemos que aprender a decir ‘no’. No queremos más muerte, queremos vida”, sentenció el sacerdote católico.
En su servicio religioso, manifestó que no quería la muerte de los jóvenes “que son la esperanza, que son el mañana. Queremos que ellos tengan la decisión de luchar por los demás y tomar la decisión de tener su vida en sus manos porque es la única manera de rescatar la dignidad, rescatar la libertad, la vida”.
En su homenaje a los bomberos y otros trabajadores que murieron en el incendio en Matanzas, el clérigo abogó por la libertad de los cubanos e insistió que era la hora de unirse a pesar de las diferencias, el momento de confiar, aunque se piense distinto, porque es la única forma de alcanzar la libertad.
“Tenemos que romper el sortilegio, tenemos que vencer el hechizo de la maldad, del odio, de la violencia, de la opresión, de la mentira. Tenemos que aprender a vivir en la verdad, en el respeto al otro, distinto y diferente”, advirtió a los presentes.
En su llamado a la unidad, el religioso cubano exhortó a tener la voluntad de deponer las diferencias de credo, de color de piel, de ideología para poder ser genuinamente libres.
A fines de agosto, también en la ciudad de Matanzas se ofició una misa en homenaje a los bomberos y otras personas fallecidas a causa del incendio desatado el 5 de agosto pasado, tras el impacto de una descarga eléctrica sobre uno de los tanques del mayor depósito de combustible de Cuba.
En la Catedral de San Carlos Borromeo se les dedicó una sentida despedida y se pidió por el descanso eterno de todos los fallecidos, además de manifestar el acompañamiento espiritual de la iglesia a sus familiares.
Los asistentes a la misa "agradecieron el heroísmo de todas y todos [los] que trabajaron y colaboraron en el enfrentamiento al incendio". También oraron por los lesionados que aún permanecen hospitalizados.
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