La madre cubana Mailyn Ramírez, quien se ha declarado opositora del régimen, denunció este jueves las presuntas represalias tomadas por el gobierno en su contra a causa de sus críticas contra el sistema.
Durante una transmisión en directo a través de su cuenta de Facebook, la madre de dos niños culpó a las autoridades de Salud Pública en Santa Clara por retirarle la dieta médica que le corresponde recibir a su hijo menor por estar “bajo peso”.
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Ramírez se preguntó si esa afectación a la alimentación de su hijo está motivada por las críticas públicas que ha hecho anteriormente contra el gobierno cubano y responsabilizó a Salud Provincial por los daños que esa medida provoque en el niño.
De acuerdo con su testimonio, su hijo de cuatro años, nacido prematuro y quien estuvo hospitalizado en estado de gravedad durante un mes, tiene prescritas dos dietas por su condición de “bajo peso”: una es en la “casilla” donde recibe carne de res y la otra corresponde a un módulo autorizado por el policlínico.
Cuando acudió este jueves a buscar el módulo de dieta, le informaron que a su niño se le había dado de baja porque ella no había renovado la dieta, pese a que, en anteriores ocasiones, las autoridades le habían comunicado que esa renovación no la hacía ella, sino el policlínico a través del consultorio del médico de la familia, información confirmada por una doctora.
Ramírez condenó el hecho de que, sin pesar ni examinar a su hijo que tiene una condición física delicada, tomaron una medida arbitraria.
“¿Por qué tienen que quitársela sin ver si el niño tiene el peso adecuado o no? A mí nada se me informó, a mí solamente me dijeron hace unos días que la dieta estaba al vencerse”, alegó indignada.
Una trabajadora de la bodega donde compra los productos normados, le mostró un papel donde solo está registrado un niño como beneficiario de dieta médica pore bajo peso y le enseñó otro donde constaba la baja de su hijo de ese módulo.
Previamente, en ese establecimiento le habían advertido que la dieta estaba próxima a vencer, pero una doctora le aseguró que la renovación la hacía el policlínico.
“¿Es un modo de reprimirme?”, fue la pregunta retórica que lanzó en varios momentos para denunciar la pérdida de la dieta de su hijo correspondiente a este mes, que incluye, entre otros alimentos, arroz y frijoles.
Varios hechos hacen sospechar a la joven madre que se trata de un castigo del régimen por hacer públicas sus quejas contra el sistema.
Puso como ejemplo el caso de una amiga suya que denunció en días pasados al gobierno y en represalia aparecieron las autoridades en su puesto de venta en el portal de su casa y le impusieron una multa de 4,000 pesos por vender pañales.
Ramírez reveló también que después de una directa donde reprobó la comida ofrecida por asistencia social, hicieron una reunión en una secundaria cerca de su casa para hablar de ella.
En un contexto de precariedad alimentaria en Cuba, su hijo que requiere tratamiento especial para mejorar su salud, no podrá acceder a él. Denunció que la leche constituía también un problema porque llegaba “a cualquier hora” y cuando se hierve está fermentada.
Por temor a represalias del gobierno, Ramírez llegó a cancelar la venta de algunos artículos en su casa cuando se declaró opositora, sin embargo, al parecer, ahora hallaron una manera grave de reprimirla.
“Mañana me pueden meter presa pero no me importa. Aquí tienen un hijo que tiene 16 años y está viendo lo que su mamá está pasando y no lo van a poder adoctrinar”, alegó.
Al referirse a quienes defienden al régimen, aseguró que su postura estaba impulsada por el hecho de que ellos sí vivían del gobierno. “Dignidad tenemos nosotros que no nos vendemos por cuatro muslos de pollo”, declaró.
Ramírez aseguró que otras madres y esposas se hallan indefensas en el país. A una amiga llegaron también a retirarle la dieta de la hija, afirmó, y dijo asimismo que muchas mujeres golpeadas por sus esposos, como su mamá, no tenían dónde refugiarse porque en la policía alegan que ese es su marido.
En días pasados otra cubana, madre de un hijo con discapacidad, había exteriorizado su molestia por los problemas que tenía que afrontar para la renovación de la dieta médica y los absurdos trámites burocráticos que impidieron a su hijo consumir la dieta correspondiente a este mes.
“Está bueno ya. Es demasiado”, fueron sus palabras de cansancio ante la situación tan compleja para las madres cubanas y cerró su testimonio con el lema “Patria y vida”.
Este miércoles, la madre Trilce Denis expresó su indignación en una transmisión en las redes sociales por los apagones y la falta de comida en el país.
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