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La ineficiencia en el servicio de las Casas de Cambio (CADECA), largas colas y una desbordada demanda marcaron las primeras jornadas del reinicio de la venta de divisas en Cuba, según reportes de medios oficialistas en la isla.
Una residente en Pinar del Río refirió este miércoles al diario oficial Granma que llevaba dos días seguidos haciendo fila para poder acceder a la CADECA de esa ciudad para comprar divisas.
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María Aguilar, como la identifica el citado medio, contó que fue el martes a la oficina de CADECA, pero no alcanzó turno. Tampoco el miércoles.
“Lo que ha venido de gente es mucho”, dice, mientras decide acampar desde las 11 de la mañana del miércoles en un portal de la calle Gerardo Medina para ser la primera en comprar el jueves.
“Me tengo que quedar porque para mañana soy la primera, y si me voy, pierdo la cola”, comentó sobre sus razones de quedarse de “guardia” cerca de la sucursal pinareña de CADECA.
El director provincial de esa entidad financiera, Luis Martínez Parra, declaró al órgano del PCC que “ha sido descomunal” la afluencia de público en este primer momento.
Refirió, además, que personalmente ha explicado al público la cifra de efectivo en venta para la jornada, además de los detalles de las operaciones y repartir tickets a los clientes que se atienden.
Apuntó, también, que hasta el momento han sido 50 por día, además de otros 30 en la CADECA habilitada en el municipio de Viñales.
Reiteró que la fuente de financiamiento de esta actividad son las operaciones de compra de divisas que se realizan en toda la red de oficinas de la provincia, y que para que se incrementen las cantidades que se colocan a la venta, es preciso también aumentar las compras.
El directivo puntualizó, además, que en estas primeras jornadas no ha habido un equilibrio entre el número de clientes interesados en vender y los que aspiran a comprar, ya que ha sido muy superior la demanda de este último servicio.
Asimismo, el reporte abarcó el comportamiento de esta medida en la oriental provincia de Granma, donde cientos de personas también acudieron a comprar sus divisas en las sucursales de CADECA de las ciudades de Bayamo y Manzanillo.
En esas dos oficinas también la demanda superó la oferta, según las declaraciones del director provincial de CADECA, Julio Tejeda Solano.
El directivo admitió que, aunque comenzaron a crear una reserva para la venta desde el 4 de agosto, cuando se estableció oficialmente la compra de divisas a la población, no hay correspondencia equilibrada entre la disponibilidad de divisas en caja y la cantidad de usuarios que acuden en un día a la sucursal.
“Estamos ante un proceso complejo, porque la divisa que nos está entrando no es suficiente para disponer de grandes cantidades que suplan la demanda de la población, razón por la cual todos los días, antes de comenzar las operaciones, les informamos a los clientes las monedas que tenemos en existencia y cuántas personas, tentativamente, podremos atender”, argumentó Tejeda Solano.
Según el directivo, el primer día de venta en la sucursal de Manzanillo solo 30 personas pudieron adquirir divisas, mientras que en Bayamo fueron 50.
También los bayameses consideraron que el alcance de esta medida todavía es muy limitado, porque 100 dólares no es suficiente para comprar un equipo electrodoméstico en las tiendas por MLC o pagar un boleto de avión, por lo que se ven obligados a repetir las largas filas o llevar a más de un familiar para poder completar el dinero que requieren.
“Para quienes necesitamos comprar artículos electrodomésticos en las tiendas en MLC, como un televisor o una nevera, resulta complicado tener que hacer más de una cola, durante días, o traer a varios familiares para poder acceder a la cantidad de dinero necesaria”, comentó Aleida Martínez.
Otra bayamesa, Elena Benítez, dijo a Granma que para ver los beneficios de esta medida primero debe demostrar que será sostenible con el tiempo.
Pero no solo a CADECA la rebasa una demanda que no está en condiciones de satisfacer. También su servicio no ha sido para nada eficiente, según el reporte del diario oficialista, en el que se aseguró que “las largas colas y la demora no solo han estado asociadas a la disponibilidad de efectivo en las arcas”.
La directora de la sucursal de 23 y J en La Habana, Yusleidy Hernández Santana, admitió que se han visto rebasados también por la falta de personal, el cual se redujo durante la pandemia y la disminución de los servicios que ofrecían con el intento de ordenamiento monetario de hace dos años.
Apuntó, que allí están trabajando con solo dos cajas. Lo mismo sucede en la sucursal de la calle Belascoaín, en Centro Habana, donde solo hay una para atender a la población.
Allí la gente no solo va a comprar divisas, también van a cobrar su chequera de jubilación o a realizar extracciones de dinero con sus tarjetas magnéticas.
“Con la desaparición del CUC, que era la principal operación, los niveles de ingreso bajaron y tuvimos que prescindir de varios trabajadores”, apuntó en el reporte Harold Cuesta Martiatu, director de esta sucursal.
A tres días del reinicio del mercado cambiario oficial en la isla, la medida sigue sin hacer mella en el tipo de cambio informal en la isla.
Este jueves, el dólar, euro y la virtual Moneda Libremente Convertible (MLC) se venden a 140 pesos en el mercado informal cubano, según el monitoreo diario que realiza el medio independiente El Toque.
Hasta el momento, se mantiene la escalada en los tipos de cambios en el mercado informal, que se aceleró aún más cuando el gobierno anunció a finales de julio que habilitaría su mercado cambiario, en un principio solo para la compra de divisas con un tipo de cambio de 1x120.
El actual acelerón se explica porque es una venta limitada a 100 por persona y en dependencia de la recaudación de la compra de divisas del día anterior, por lo que la apertura completa del mercado cambiario oficial en Cuba en esta semana aún nada ha hecho para detener la caída en picada del peso cubano ni frenar el vertiginoso avance de la inflación en la isla.
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