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La Guardia Costera de EE. UU. (USCG) repatrió este martes a 62 balseros cubanos y un perro, después de varias detenciones realizadas frente a las costas de Florida en los últimos días.
La devolución fue fruto de 8 interceptaciones de embarcaciones artesanales con migrantes cubanos en las aguas del estrecho de la Florida, que ocurrieron entre el miércoles y el pasado lunes, especificó el Distrito 7 de la USCG en un comunicado.
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Al respecto, el jefe Stephen Lehman de este distrito recordó que todo migrante rescatado en alta mar “será repatriado a su país de origen o enviado de vuelta al país del que partió cuando fue interceptado en el mar”.
“Las tripulaciones de la Guardia Costera y de las agencias asociadas están patrullando los Estrechos de Florida y los Pasajes de Barlovento y Mona para disuadir la migración ilegal”, agregó.
Según cifras oficiales, desde el 1 de octubre de 2021, las tripulaciones de la Guardia Costera interceptaron a 4,575 cubanos, cifra que solo se equipara, en los últimos años, con los 5,396 del año fiscal 2016, cuando aún permanecía vigente la política de beneficios migratorios conocida como pies secos, pies mojados.
Se trata además de la segunda vez en los últimos días que la USCG informa sobre la deportación de perros que venían acompañando a los balseros.
El pasado viernes, fueron deportados 106 balseros cubanos, junto a cuatro perros que presumiblemente habrían viajado como mascotas de algunos de los grupos de migrantes interceptados en el mar.
Ante la crisis que se agudiza en Cuba, resulta imparable el éxodo de cubanos que buscan emigrar a toda costa, algunos de los cuales parecen no renunciar a dejar a sus mascotas atrás.
Según el periodista Wilfredo Cancio Isla, conocedor de anteriores oleadas migratorias, no se trató de la primera vez que balseros cubanos arriban a las costas de Florida junto a sus animales de compañía, a los que por compasión se niegan a dejar atrás, en un país en el que prácticamente es un lujo permitirse una mascota a la que alimentar, tratar médicamente y cuidar, todo lo cual resulta cada día más difícil y caro de conseguir.
Las noticias de animales domésticos abandonados en Cuba han aumentado, en parte por la cruda realidad que atraviesan las familias cubanas y en parte por la creciente conciencia animalista que despunta en la sociedad civil, donde el activismo por el bienestar animal ha cobrado protagonismo en las redes y en la sociedad, un fenómeno desconocido hasta hace poco en la isla.
Más allá de las razones afectivas, la decisión de llevar consigo a sus mascotas en tan peligrosa travesía podría responder también a “una lógica económica”, según apuntó Cancio en sus redes sociales.
“Si se llega por mar o por frontera terrestre a Estados Unidos, trasladar después a un perro o un gato y lograr la ‘reunificación familiar’ en territorio estadounidense es un proceso doblemente complicado y costoso, lo que obliga a sus dueños en fuga a sumarlos a la expedición para evitarse otros gastos adicionales”, señaló.
Para el periodista, afincado en Miami, no resulta una novedad la imagen de balseros cubanos arribando junto a sus mascotas. “En el pasado he cubierto otras crisis y episodios de alto flujo migratorio en los que me ha tocado ver hasta la llegada de cotorras en balsa desde Cuba”, aseguró.
“El éxodo de los meses recientes es total y no debe extrañarnos esta curiosa inmigración de mascotas indocumentadas”, concluyó el periodista, resaltando las cifras de la avalancha migratoria cubana, que suma 177,000 cubanos llegados a Estados Unidos por puntos fronterizos terrestres a los casi 5,000 interceptados en el mar.
El pasado sábado, trascendió también la repatriación de 203 balseros cubanos, detenidos en 14 operativos recientes en los cayos de Florida.
El operativo de repatriación fue el más cuantioso de los últimos días, en momentos en que se ha experimentado una escalada de travesías marítimas irregulares de inmigrantes cubanos en el Estrecho de la Florida.
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