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El doctor y activista cubano Alexander Jesús Figueredo Izaguirre dejó ver su dolor y malestar por el hecho de que su difunta abuela fuera velada por su madre en medio de un apagón
“Mi mamá velando a mi abuela en la funeraria. Está se las tengo guardada. Así vienen los comunistas a decir que Cuba avanza y que son continuidad”, expresó el médico este miércoles en sus redes sociales.
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La publicación fue acompañada de una foto tomada a su madre completamente a oscuras en el velatorio de su abuela. Solo la luz de la pantalla del teléfono móvil deja algo de claridad en la imagen, en la que apenas se distingue la silueta de su madre.
La triste imagen, que se suma al dolor por la pérdida de un ser querido, provocó resentimiento en el galeno cubano, que avisó a los gobernantes cubanos, responsables de la crisis generalizada del país, que no olvidaría la escena.
Una anciana sola en medio de un apagón, velando a su fallecida madre y con su hijo en el exilio luego de sufrir persecución política y represión por sus ideas, y por ejercer su derecho a la libertad de expresión: tal es la imagen y la realidad que llevó a Figueredo Izaguirre a dejar patente su rencor hacia el régimen totalitario cubano.
“No vuelvas, aunque estés triste y estén más viejas mis manos, no vuelvas porque prefiero verte lejos que humillado...”, escribió Ana Margarita Izaguirre a su hijo a finales de junio cuando cruzaba la peligrosa Selva de Darién en su ruta migratoria, emprendida junto al también médico y activista Alexander Pupo Casas.
A finales de julio, ambos galenos llegaron a Estados Unidos tras varias semanas de una difícil travesía por Centroamérica y México. "Familia, ya estamos en los Estados Unidos. Nuestra travesía acaba de terminar, pero la lucha continúa”, dijeron al llegar a territorio estadounidense.
"Y hubo quien dijo que éramos financiados, que estábamos bien pagados por la CIA. Desdichadamente nos tocó vivir la emigración más difícil, sin VISAS, sin diplomáticos respaldándonos, prácticamente sin dinero. Nos tocó emigrar junto a los haitianos, bangladesíes, africanos, venezolanos, chinos, rusos. Nos tocó reconquistar el continente, sin más armas que nuestra fuerza de voluntad por ser libres", explicó entonces.
Al mes de estar en este país, los médicos mostraron en redes sociales el progreso material que han alcanzado y lo compararon con la forma en que vivían en Cuba a pesar de su profesión.
“41 años, con 2 misiones de esclavo, más de 15 años de médico y dejé mi casa en Cuba por la mitad sin terminar de construir. Aquí a un mes tengo lo que jamás pude tener en tantos años”, dijo Figueredo.
“Trabajando se vive una vida digna como un ser humano. Despierta, cubano...”, concluyó el médico natural de la provincia Granma, que adjuntó dos fotos en las que mostró cómo está quedando su apartamento a pocas semanas de su arribo.
Por su parte, Pupo Casas anunció en Facebook que en menos de un mes había podido comprarse un auto, algo que ni en décadas hubiera podido materializar como profesional en Cuba.
"Ventiún días de trabajo en un país libre, como un simple obrero, me ha dado la posibilidad de tener lo que no hubiera tenido en 30 años trabajando como médico en un país esclavo. ¡Qué triste Cuba!", escribió el galeno de Holguín en la citada red social.
La situación de los servicios funerarios en Cuba está de mal en peor, pasado incluso el peor momento de la pandemia de coronavirus. La crisis energética impacta en la iluminación de las funerarias, así como en la cremación de los cadáveres. A ello se suma la precariedad de recursos que impacta en las pompas fúnebres, un ritual necesario para afrontar el proceso de duelo de familiares de las personas fallecidas.
Cuando parecía que en Cuba ya nada podría causar sorpresa, un video grabado en Manzanillo, Granma, volvió a mostrar este lunes hasta dónde ha llegado el nivel de decadencia en el país. Compartida en redes sociales, la grabación recoge el momento en que trasladan un cadáver dentro una camioneta que suele emplearse para llevar alimentos.
A mediados de abril, una triste escena mostró el nivel de decadencia a la que se ha llegado en Cuba. Ocurrió en la provincia del doctor Pupo Casas, Holguín, en la que no había disponibilidad de carros fúnebres para transportar a los muertos.
Un breve video compartido vía Twitter mostró cómo una familia de San Germán, poblado cabecera del municipio Urbano Noris, tuvo que pasar por la humillación de tener que trasladar a la funeraria a su pariente fallecido en una camioneta sin techo.
"En una camioneta como si fuera una carga porque el carro fúnebre está roto. ¡Ni respeto por nuestros muertos hay en Cuba!", denunció entonces el autor del tuit.
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