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El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (CITMA) continúa monitoreando los gases generados por el incendio de grandes proporciones en la Base de Supertanqueros de Matanzas.
La viceministra del CITMA, Adianez Taboada, informó que este viernes se recogieron muestras del medio ambiente y ratificó que no hay signos de alarma, de acuerdo con declaraciones a Prensa Latina, l
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“Continuamos el monitoreo de los gases que, en su mayoría, como hemos dicho, tienen una tendencia a la disminución y están en el entorno de la norma”, explicó la funcionaria.
Entre las muestras, están las partículas de aire, la lluvia y el polvo en la provincia de Matanzas, así como en las vecinas provincias de Mayabeque y de La Habana, por donde transitó la nube de humo.
Taboada agregó que prosigue vigilancia de los embalses para consumo humano, del litoral, y que no se ha detectado incidencia alguna. Hasta el momento, según el resultado de los análisis de laboratorio, el agua cumple con la norma cubana, y no hay un aumento del número de consultas por enfermedades atribuibles al incendio, como podrían ser las respiratorias.
Sin embargo, aclaró, “los temas ambientales no siempre tienen un impacto en el primer corto plazo, sino en el segundo y en el tercero”.
A solo 10 días de iniciado el incendio de grandes proporciones en Matanzas, el delegado del CITMA en la provincia, Oscar García Martínez, aseguró que no hubo evidencias de lluvias ácidas, contaminación de las presas o de la bahía por el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas.
El funcionario aseguró que los niveles de gases por la quema de combustible en el incendio "no alcanzaron concentraciones lo suficientemente elevadas como para producir esa clase de precipitación".
A pesar de las buenas nuevas del CITMA, las informaciones no siempre han sido claras en lo que respecta a la contaminación ambiental. En las conclusiones de la emisora local Radio 26 sobre de una reunión de directivos y expertos a tres días del siniestro, se advertía que “se reporta en el Valle de Yumurí lluvia contaminada”, mientras que el Periódico Girón aseguraba que las precipitaciones en la zona no ofrecían “consecuencias para la vida humana”.
Asimismo, vecinos de la provincia cubana de Mayabeque aseguraron que "las vacas no se quieren comer la hierba y el agua está negra", como evidencia de las primeras afectaciones de la contaminación generada por el incendio.
El incendio desatado el viernes 5 de agosto tras el impacto de un rayo en uno de los tanques de combustible calcinó la vegetación circundante y expandió en nubes oscuras la toxicidad hacia otras provincias occidentales.
Considerado el peor de su tipo en Cuba, el siniestro ocurrido en Matanzas ha dejado un saldo de 132 heridos y 16 fallecidos y danos medioambientales aun por cuantificar
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