Vídeos relacionados:
A partir de reportes de familiares y amigos, y contactos con algunos familiares, CiberCuba identificó a 13 de los 14 desaparecidos mientras intentaban sofocar el incendio en la Base de Supertanqueros de la Zona Industrial en Matanzas el pasado sábado 6 de agosto.
Entre ellos, hay rescatistas profesionales, empleados de una empresa militar y conductores de pipas y jóvenes reclutas que cumplían su Servicio Militar Obligatorio en el Comando 3 de bomberos del viejo aeropuerto de Varadero y en la terminal internacional "Juan Gualberto Gómez", cuyo equipo fue puesto en estado de máxima alerta, pero manteniendo el grueso en su base.
Lo más leído hoy:
Además, se reportaron como desaparecidos cinco trabajadores de empresas estatales entre los que estaban choferes de camiones cisterna que abastecían de agua a los rescatistas tras fallar el sistema de bombeo directo desde la bahía y empleados de una empresa militar, cuya identificación no fue facilitada por las fuentes.
En total, hay nueve personas desaparecidas que, de haberse tomado las decisiones correctas y funcionado los sistemas de emergencias, nunca hubieran tenido que estar en el epicentro de tragedia que ha dejado dos muertos, más de un centenar de heridos e incalculables daños al medio ambiente.
Pasadas las nueve de la mañana, del 6 de agosto, la cuenta oficial de la presidencia de la República ofreció el primer parte de desaparecidos. Se trataba de 17 “bomberos que estaban en la zona más cercana intentando evitar la propagación”.
Luego, las autoridades hicieron dos correcciones más: en la primera, el número disminuyó a 16, tras confirmar la identidad del bombero Juan Carlos Santana Garrido, de 60 años y natural de Cienfuegos –fallecido tras la explosión de la madrugada del propio día seis–; en la segunda, se aclaró que dos de las personas aparecieron en hospitales y que quedaban 14 pendientes de encontrar e identificar.
Los nombres y circunstancias de su desaparición son un misterio bien guardado por parte de las autoridades cubanas, que han asumido una retórica de heroicidad sobre las víctimas, mientras madres, hijos y hermanos se resignan ante la pérdida de un ser querido o se aferran a la remota posibilidad de un milagro.
Han sido los familiares, amigos y figuras públicas quienes se han adelantado a poner rostros a la tragedia y han denunciado la falta de transparencia de las autoridades gubernamentales sobre los fallecidos.
La falta de información oportuna y precisa, sumado a la desesperación de familiares, hizo que Eduardo Cosme, oficial del cuerpo de bomberos del Aeropuerto Internacional de Varadero, ofreciera ayuda a las familias de los desaparecidos para indagar sobre sus colegas a quienes incluyó en su texto con nombre y fotos, poniéndole rostro a la tragedia.
“Sé que estoy lejos, pero todo mi corazón está con ustedes. A los familiares que vean la publicación me pueden escribir +5356007255 y trataré de darles la mayor cobertura de noticias que sepa de ellos. Son mis compañeros de trabajo en el comando 3 Aeropuerto y fueron hacia el incendio. No dejo de pensar en ustedes Mis hermanos. No me creó aún todo por lo que están pasando y estoy muy preocupado”, dijo el rescatista.
De los 10 bomberos que mencionó Cosme, dos fueron encontrados con vida: Elier Correa, reportado primero de "grave estable" en el Hospital Clínico Quirúrgico comandante Faustino Pérez y quien falleciera en las últimas horas. Luis Alberto Aballí Mustelier –etiquetado más de una vez en la publicación de Cosme– fue otro rescatista que sobrevivió, en este caso, sin sufrir “ni un arañazo”, según la aclaración de la usuaria Lien Carballosa.
“Gracias a Dios ya está en la casa. No le sucedió nada, a los de su comando sí”, lamentó la mujer. Del resto no han trascendido noticias recientes y se presumen aún en paradero desconocido.
Desaparecidos del cuerpo de bomberos
Entre los desaparecidos del mismo comando de bomberos se encuentran Pablo Ángel López Martell y Diosdel Nazco Vargas. Sobre el primero, su cuñada Alida Estévez ha estado insistentemente buscando noticias de su paradero.
“Estoy desesperada por mi cuñado. Quiero saber lo más pronto posible. No ha trascendido más información al respecto”, lamenta.
Los preocupados por la suerte de Nazco prefieren encomendarse al poder divino como si supieran que solo un milagro puede hacer posible su regreso.
“Mi primo, le estamos rogando a Dios por encontrarte con vida, eres fuerte”, pide Lázara Galindo, al tiempo que Maydelis Mejías dice tener “mucha fe de encontrarlo”.
Luis Ángel Álvarez Leyva, natural de Holguín pero residente en Matanzas, trabajaba como bombero del mismo comando del Aeropuerto Juan Gualberto Gómez y se encontraba en el lugar y momento de la explosión.
Su familia tampoco ha tenido noticias, que se conozca, sobre el paradero del muchacho. Sin embargo, Elizabeth Leyva, su madre, espera lo peor e intenta lidiar con la partida del joven, que cree definitiva:
“Mi hijo, mi chiquitico, mamita está contigo, aunque no me hayan dejado ni un huesito. Estás dentro de mi vida para la eternidad. Descansa en paz mi bebecito”, dijo en una publicación en las redes sociales.
En declaraciones a Radio Televisión Martí, la hermana del joven, Luddvianka Álvarez compartió las escasas informaciones que en su momento recibió de las autoridades de Matanzas:
“Nos dijeron que tenemos que esperar hasta último momento, que, por 72 horas que no aparece, que el vapor es tan grande que puede ser que mi hermano ya esté muerto. Pero en la vida real, no nos dijeron que está muerto, formalmente. Nos van a seguir informando porque todavía no se sabe si está vivo o puede que la explosión lo haya tirado para el monte. Yo tengo fe que va a aparecer”, señaló.
Yanet Zamora, quien fuera maestra del bombero, también conserva la esperanza, o al menos eso dijo en un comentario en Facebook unas horas después de la explosión del sábado último.
“Luis Ángel, tu profesora del curso de la ESPAC espera con ansias noticias tuyas. Por favor, no me dejes con esta angustia y este dolor que me tiene muy triste. Espero noticias tuyas pronto”.
Otra persona cercana al muchacho se mostró desconsolada en la misma red social: “Mi hermanito, mi niño, no existe consuelo para tu partida. Duele mucho, mucho, mucho, y yo te amo mucho, mucho con toda mi alma. Mi angelito bello de vida”.
Andy Mitchel Ramos Sotolongo, de 30 años y bombero del comando 1 de La Habana, también se reporta como desaparecido.
“No tengo palabras para expresar todo el dolor que estoy sintiendo toda la impotencia de saber que está indefenso, sabrá Dios dónde, y saber que no sé si lo vuelva a ver me oprime el corazón. solo quiero que vuelva ya”, dijo su esposa Amarilys en una desgarrador mensaje replicado en Facebook.
Reclutas del Servicio Militar Obligatorio en funciones de bomberos
Leo Alejandro Doval Pérez de Prado, de 19 años, había optado por estudiar Medicina, carrera en la cual solo podía matricular con la anuencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, una vez culminado el Servicio Militar Obligatorio que le correspondió en comando 3 del aeropuerto.
Su madre, Vivianne Pérez De Prado López, consumida por la pérdida, se limita a agradecer públicamente y a compartir en sus estados de Facebook las muestras de cariño de familiares y amigos allegados.
“Mil veces me voy a preguntar por qué tú y mil veces no voy a tener respuesta. Los lloro a todos los que conocí, pero tú no sales de mi cabeza. Solo estabas de paso por unos pocos meses y te tocó la mayor desgracia. Te nos fuiste muy pronto con sueños por cumplir y un millón de veces más por mostrar esa sonrisa”, dijo una persona cercana al comando 3, de cuyas palabras se hizo eco la madre de Leo Alejandro.
Vivian López, abuela materna del joven, tampoco puede resignarse. No cree en el martirologio, sino en la ausencia perpetua de su nieto al que más que héroe, considera una víctima.
“Solo un niño que iba a entrar en su etapa juvenil truncada. Destrozados sus sueños y proyectos de vida. Soñaba con ser neurocirujano y nos comentaba con entusiasmo sobre lo mismo. Mi niño no es un mártir, es una víctima del Servicio Militar Obligatorio. Perdonen, el dolor no me permite continuar. Él no tenía que estar allí”, lamentó.
Su tía paterna, Yunia Doval, piensa lo mismo: “¡Yo no te quiero héroe, mi niño, ¡te prefiero cobarde! ¿Por qué nunca se me ocurrió decírtelo? ...Sentiría igual orgullo si llegaras ahora diciendo que de repente te tornaste cobarde, rebelde, desafiante y te bajaste del camión de bomberos, porque, en definitiva, tú no eres uno de ellos. ¡Tú serías un neurocirujano!”
Ariadna Ramos, otra persona cercana al muchacho, tampoco lo ve como un héroe, sino que lo humaniza. Se refiere a él como “el muchacho amante al Madrid”, el “fiel seguidor de Marvel”. Un joven “servicial, un gran amigo, un gran hijo, un gran hermano, un gran nieto, un gran sobrino, un buen estudiante, un soñador, simplemente un joven de 19 años con ganas de comerse el mundo”.
A Fabián Naranjo Núñez, su familia también lo ve como una víctima. El joven recluta, al igual que Leo, estaba de paso por el comando 3, como parte de su Servicio Militar.
“Soy prima de uno de los desaparecidos, su nombre Fabián Naranjo Núñez. La familia está desconsolada. Mi sentir particular, responsabilizo en su totalidad a toda persona, jefe, autoridad que permitió que muchachos sin experiencia asistieran a un fuego de tal magnitud”, apunto Yarleny Horta la misma red social.
“Ya nada va a cambiar la historia y decir ahora que fueron valientes no va a aliviar el dolor que siente su familia. ¡Los queremos vivos! No queremos un reconocimiento al costo de su vida, son muchachos llenos de vida con futuro y sueños que nadie tiene derecho a arrancarle y todo por negligencia de los superiores”, exigió.
Otra parienta, Yanelys Naranjo González, se hizo eco del reclamo familiar y cuestionó la decisión del alto mando militar de enviar a los jóvenes reclutas a sofocar el peor incendio en la historia de Cuba.
“No necesitamos un héroe. ¿Quién va a asumir la responsabilidad de llevar a esos niños sin experiencia a una escena tan peligrosa? ¿Quién les ordenó que debían colocarse en la zona roja, donde serían alcanzados por las llamas si aumentaba la fuerza del incendio, como ocurrió? ¿Quién fue el que no pensó que estaba poniendo en peligro la vida de niños, que sus padres desde casa hacían sanos y salvos?”, increpó.
“Y hoy no tienen una respuesta para darnos. Solo podemos esperar. ¿Esperar a qué? Lo que esperábamos era que estuvieran sanos y salvo, cumpliendo su servicio militar obligatorio. Y que al final de este periodo, al que todos van sin querer estar allí, obligados, verlos entrar a la casa con su etapa vencida. ¿Quién va a asumir la responsabilidad?”
El propio día 6, tras conocerse las noticias de las explosiones en la Base de Supertanqueros de Matanzas, Yanelys había lanzado un pedido de ayuda en la misma red social para localizar a su primo donde confirmaba que el joven pertenecía al comando 3.
“No sabemos nada de este muchacho. Por favor, si alguien lo ve en alguno de los hospitales, avisen o contesten a esta publicación. Toda la familia estamos desesperados. Su nombre es Fabián Naranjo Núñez. Estaba cumpliendo con el Servicio Militar en el Comando de Bomberos del Aeropuerto de Varadero Juan Gualberto Gómez”, suplicó.
Adriano Rodríguez Gutiérrez, de 19 años y residente en Pueblo Nuevo, Matanzas, es otro joven recluta. Un amigo suyo dijo a CiberCuba que a la familia le habían notificado de su deceso, sin embargo, oficialmente y para la opinión pública, el joven está reportado como desaparecido.
Sobre las circunstancias de su desaparición, hay varias versiones, asegura el amigo que pidió no ser mencionado. No puede asegurar si Adriano “estaba en uno de los camiones que se encontraban en el lugar” a la hora de la explosión o si “estaba intentando enfriar el segundo tanque que fue el que reventó e hizo que el primero –que ya incluso había reventado antes– volviera explotar” a eso de las 5:00 de la mañana.
“Cualquiera de las dos que sea, él está desaparecido por la cuestión de que estaba en el perímetro de explosión, o sea, en el rango de explosión en el lugar exacto y donde están los tanques que explotaron los dos primeros tanques, el primero a las 6 de la tarde aproximadamente, y ya el otro explotó a las 5:15 de la mañana y da la casualidad que nosotros miramos hasta el reloj y todo porque era inusual”, aseguró.
Un vecino de la familia del joven desaparecido dijo al medio de prensa Cubanet, que “aún las autoridades no han confirmado el deceso, y sus padres están en Matanzas esperando que encuentren a su hijo”.
En una publicación de Facebook, Adriano fue identificado en una foto tomada por el periódico Girón, momentos antes de la explosión, como uno de los que hacía frente al fuego.
Michel Rodríguez Román es otra víctima de los rigores de las FAR en Cuba para los varones (la cuarta en esta tragedia), al que también el discurso oficial reconoce como “un héroe”.
De acuerdo con informaciones del periodista José Luis GC replicadas por su colega guantanamero, Michel “cumplía el Servicio Militar Activo en el Comando de Bomberos 3 y prestaba servicio en el siniestro de la Base de Supertanqueros en la hermana provincia de Matanzas".
Asimismo, funcionarios de los Comités de Defensa de la Revolución santacruceños informaron de la muerte del joven:
“CDR Santa Cruz, Mayabeque, transmite sus condolencias y más sentido pésame a los familiares, amigos y vecinos del joven Michel Rodríguez Román, en Palmarejo, quienes permanecen en vigilia tras la irreparable pérdida de la vida de este intrépido bombero del comando 3. Con 20 años se convierte en héroe. Llegue a sus familiares, amigos y vecinos nuestras más sinceras condolencias”, se lee en un pésame hecho público en las redes sociales.
Otros trabajadores reportados como desaparecidos
Apenas dos días después de conocerse la desaparición de más de una docena de personas, el periodista guantanamero Miguel Reyes Mendoza, hizo un llamado desde su página en Facebook a pedido de un lector.
“Ellos también son parte de los héroes”, dijo el reportero de Guantánamo y mencionó a tres operadores de camiones cisterna. Uno de ellos es Osley Marante Guerra, natural de Santa Cruz del Norte, Mayabeque. Su primo, el activista Iván Guerra dio detalles a Martí Noticias: “Mi primo tenía 28 años. Sobre las 4:20 de la mañana se perdió la señal del GPS, al parecer fue la hora de la segunda explosión y fue cuando él falleció. Un compañero de trabajo de él y el jefe también”, dijo.
Guerra confirmó que funcionarios santacruceños informaron de la muerte de su primo Osley en el siniestro.
Además de Osley, a Raciel Martínez Navarro y Luis Raúl Aguilar Zamora también los buscan sus familiares. “Los tres, según este usuario de Miguel Noticias, viajaban en esta pipa y sus familias preguntan por ellos”, aseguró el presentador de Solvisión.
Marante, Martínez y Aguilar llegaron al lugar del siniestro conduciendo una pipa de agua para contribuir con las labores de extinción del fuego y enfriamiento de los tanques. No eran bomberos. CiberCuba no ha podido obtener información actualizada sobre ellos.
Asimismo, el periodista de Guantánamo publicó otro pedido de ayuda de familiares para encontrar a Areskys Quintero, trabajador de la empresa Unión de Construcciones Militares de La Habana.
En las redes, familiares de Osmani Blasco Sosa pidieron cooperación de los internautas para encontrarlo. Sosa es chofer y “estaba en el accidente de los supertanqueros de la cuidad de Matanzas. Está desaparecido”, escribió Ariel Hernández en Facebook.
La prensa oficial no habla de ellos, prefiere escribir sobre Manuel Tápanes Pérez, otro pipero que sí salió ileso, porque en el momento de la explosión se alejaba del lugar en busca de más agua para las labores de enfriamiento del segundo tanque. El chofer asegura a Alma Mater que quienes quedaron atrapados, “estaban a 10 metros del segundo cuando ocurrió el estallido”.
“Antes de que explotara a los mismos 10 metros de distancia, yo no pude sacar el celular fuera de la pipa porque me lo derretía, imagínate el calor abrasador que sufrieron los que allí permanecieron, una pena muy grande”, agregó.
A continuación, los nombres y profesiones de los desaparecidos:
- Pablo Ángel López Martell (bombero del comando 3)
- Diosdel Nazco Vargas (bombero del comando 3)
- Luis Ángel Álvarez Leyva (boombero del comando 3)
- Andy Mitchel Ramos Sotolongo (bombero del comando 1)
- Leo Alejandro Doval Pérez de Prado (recluta del SMO, comando 3)
- Adriano Rodríguez Gutiérrez (recluta del SMO, comando 3)
- Fabián Naranjo Nuñez (recluta del SMO, comando 3)
- Michel Rodríguez Román (recluta del SMO, comando 3)
- Osley Marante Guerra (pipero)
- Raciel Martínez Navarro (pipero)
- Luis Raúl Aguilar Zamora (pipero)
- Osmani Blasco Sosa (pipero)
- Areskys Quintero Orta (pipero)
Archivado en: