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La Iglesia Rescate, que apoya en Hialeah a inmigrantes cubanos, nicaragüenses y venezolanos recién llegados al sur de la Florida, admite estar saturada de peticiones de ayuda e incluso ya tienen ya una lista de espera; motivo por el cual instan a otras iglesias u organizaciones a brindar también su gesto solidario con la comunidad de inmigrantes recién arribados al estado.
“En estos momentos la iglesia no da abasto para recibir a más migrantes. Tenemos cuatro aulas fuera de lo que es el templo principal y esas son las que estamos utilizando. Hubo hasta que ponerse creativo y crear facilidades temporales para que se duchen”, relató el pastor David Monduy en declaraciones a America Noticias.
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“En cuatro aulas no podemos poner a más de tres o cuatro personas por aula. Estamos llenos y tenemos una lista de espera grande de personas que han venido para pedir ayuda, que hemos entrevistado, que queremos ayudar, pero tenemos que esperar a que salgan unos para que entren otros”, añadió el pastor, quien subrayó que han rebasado ampliamente su capacidad de acogida.
En la Iglesia Rescate -de confesión evangélica y ubicada en 951 E. 4th Ave.- un grupo de voluntarios clasifican durante todo el día la ropa y juguetes que vecinos de Hialeah llevan para los migrantes.
Sin embargo, también en ese aspecto han superado su capacidad, motivo por el cual la Iglesia pide a los miembros de la comunicad que por el momento no lleven más ropa.
"Algunas personas están ayudando a reubicar a estas personas dándoles mejores oportunidades. Yo creo que el llamado ahora sería a otras instituciones, del gobierno o privadas, a quienes tengan un espacio. Creo que eso sería un lindo gesto”, concluyó Monduy.
Insta a que la voluntad de apoyo y cooperación se extienda para que personas que llegan a Florida en busca de un futuro, en algunos casos sin tener allí familiares o amigos, puedan también salir adelante.
Ese es el caso de María Josefa, una matancera entrevistada por el citado medio, que inició la travesía en Uruguay junto a su hija y su nieto hasta arribar a Estados Unidos.
La mujer admite que guarda recuerdos muy difíciles del cruce de la Selva del Darién, pero cree que el esfuerzo valió la pena y no se arrepiente.
“Ese cruce fue un poco peligroso en todo sentido. No es nada agradable. Son momentos difíciles que uno pasa en la vida, pero bueno, tuvimos que hacerlo y aquí estamos. Para mí es algo difícil porque lo de uno es lo de uno -dice en referencia a Cuba- pero bueno, la vida nos motivó a esto y tuvimos que hacerlo. Extraño porque se extraña lo de uno, pero hay que estar aquí”, concluyó.
El arribo de cubanos por la frontera terrestre sur de Estados Unidos también se mantiene en cifras muy elevadas en los últimos meses. A mediados de julio trascendió que 157,339 cubanos llegaron a EE.UU. durante los primeros nueve meses del año fiscal 2022. Se trata de la mayor avalancha irregular de inmigrantes de la isla en la historia.
Las estadísticas, publicadas por el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), ratifican ampliamente las predicciones de las autoridades, que pronosticaron la entrada ilegal de más de 150 mil inmigrantes cubanos al término del actual período fiscal, que acabará el próximo 30 de septiembre.
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