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Una lluvia de cenizas negras cae persistentemente sobre el Valle de Yumurí, en Matanzas, provocada por el incendio de grandes proporciones que aún se encuentra fuera de control en la zona industrial de esa provincia de Cuba.
Residentes en la zona denunciaron daños a los cultivos, y contaminación en el agua y el medio ambiente, en un reporte de la prensa local.
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El campesino Enrique Viera García mostró al periódico Girón que sus cultivos están cubiertos de una sustancia negra que cae cada vez que llueve desde el domingo. Mostró que las hojas de sus plantas de calabaza están totalmente contaminadas.
Su suegro, Diosdado Vera, de 89 años, dijo que temen que sus animales se intoxiquen y mueran porque el agua que les ofrece para beber se ha contaminado de un líquido viscoso.
"No es normal que el agua que se acumula en los charcos a orillas de la carretera se oscurezca y que uno llegue a casa con el calzado manchado con esa sustancia", apuntó Vera.
El rotativo comprobó que los pisos de los portales de las viviendas de la zona y en general todo lo que la lluvia toca se llena del líquido viscoso y negro en el poblado del Valle conocido como Entronque de Mena.
Olga Lidia, hija de Vera y esposa de Viera García dijo que hasta la ropa que lavó el domingo se manchó con la lluvia. Varias toallas se mancharon y "mi ropa está salpicada y no se le quitan las manchas", explicó.
"Ese día en cuanto me dispuse a tender comenzó a lloviznar y por instinto intenté quitarme las gotas que caían en mi brazo. Sin darme cuenta me restregué la piel y en cuestiones de segundos me llené de algo que para mí era petróleo. Salí corriendo para darme un baño", relató.
Las lluvias son provocadas por el incendio que desde el viernes afecta la Zona Industrial de Matanzas, y que mantiene una nube negra sobre el occidente del país, que se eleva en dirección a La Habana por la acción de los vientos del nordeste.
El Valle de Yumurí, un paisaje natural de 9666 hectáreas, es especialmente afectado dada su cercanía con la zona de desastre. Desde cualquier punto de la ciudad se puede observar cómo el viento del nordeste dirige la gran columna de humo hacia el Valle del Yumurí.
La ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (CITMA), Elba Rosa Pérez Montoya, reconoció este martes que el siniestro tiene un "impacto severo" en el medioambiente, y que "hay aproximadamente 3,200 partículas en el aire en estos momentos".
"La nube (ocasionada por la quema del combustible crudo y fuel oil) tiene dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, monóxido de carbono, entre otras sustancias, que están cayendo sobre Matanzas, Mayabeque y La Habana", agregó.
Explicó que "estas sustancias están a cuatro o cinco kilómetros de altura", y que descienden cuando llueve provocando la lluvia de cenizas negras.
No obstante, concluyó que "esas concentraciones están en la altura y no se han reportado afectaciones para la vida humana", aunque recomendó a los cubanos del occidente de la isla mantener el uso de cubrebocas.
Si bien la prensa oficialista cubana se mostró optimista en la mañana de este martes en relación con la evolución del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, y dijo que hay "una tendencia al control de la situación", el segundo jefe de los bomberos de Cuba bajó las expectativas y llamó a "la prudencia".
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