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El opositor cubano Félix Navarro, líder del Partido por la Democracia “Pedro Luis Boitel”, se encuentra enfermo con COVID-19 en la prisión de Agüica, en Matanzas, donde cumple una condena de nueve años por participar en las protestas del 11J.
En una grabación enviada a CiberCuba, la esposa del preso político, Sonia Álvarez, afirmó que el miércoles en la tarde un compañero en la prisión le comunicó a la familia que Navarro dio positivo al coronavirus y había sido aislado en la enfermería del penal.
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Álvarez manifestó su preocupación por la salud del prisionero de 68 años, luego de que en la última visita lo encontrara muy delgado, con fiebre y catarro.
"Estoy muy preocupada por lo que está ocurriendo porque la salud de Félix se está deteriorando precipitadamente. Durante la última visita pude verlo muy delgado, con fiebre y con mucho catarro. También presentó un cuadro infeccioso múltiple y le salieron varios granos en el pecho que tomaron grandes proporciones", explicó la muijer.
El activista por los derechos humanos Marcel Valdés, que compartió la noticia en Facebook, responsabilizó a la dictadura cubana de lo que pueda pasarle al opositor, cuando han trascendido denuncias sobre la falta de atención médica y medicinas que padecen los enfermos en las cárceles cubanas.
Navarro ya se había contagiado con COVID-19 a finales de julio de 2021, pocos días después de haber sido apresado por manifestarse el llamado 11J.
Perteneciente al grupo de los 75 activistas, intelectuales y periodistas encarcelados durante la llamada Primavera Negra en 2003, Navarro y su hija Saily fueron detenidos el 12 de julio en la estación de policía de la localidad matancera de Perico, donde residen, cuando se presentaron a averiguar sobre los integrantes de su agrupación arrestados el día anterior en las protestas populares.
El opositor y la joven Dama de Blanco fueron llevados a juicio en enero, y luego condenados a nueve y ocho años de prisión, respectivamente, por los presuntos delitos de atentado, desorden público y desacato.
Navarro continúa detenido como mismo pasó tras su arresto en 2003, cuando estuvo ocho años tras las rejas, hasta que una serie de negociaciones entre los gobiernos de Cuba y España y la Iglesia Católica logró la excarcelación de más de 100 prisioneros políticos.
A diferencia de la mayoría, Navarro no se marchó al exilio con su familia y decidió permanecer en la isla y continuar defendiendo sus ideas.
Recientemente el gobierno de Estados Unidos se pronunció a favor de esta familia y pidió que fueran liberados.
"Félix Navarro y su hija Sayli fueron condenados a 9 y 8 años de prisión por su participación pacífica en las protestas del 11J. No merecen la cárcel, merecen vivir libres de la represión", escribió en Twitter la Embajada de Estados Unidos en Cuba.
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