La discóbola Yaimé Pérez, principal esperanza medallista de Cuba en el Mundial de Atletismo de Oregón, se ubicó apenas séptima en la final de su especialidad y colocó a la delegación insular a las puertas de irse en blanco en la cita universal, a la espera de que lo que consiga el triplista Lázaro Martínez.
El mejor lanzamiento de "La Rusa" fue de 63,07 metros y la dejó bien lejos de los puestos de podio, que coparon la sorprendente china Bin Feng (69,12) y las dos grandes favoritas precompetencia, la croata Sandra Perkovic (68,45) y la norteamericana Valarie Allman (68,30).
Así, la santiaguera no logró repetir el trono conseguido en la cita previa, Doha 2019, y alargó la cadena de fracasos cubanos en una lid donde ningún miembro de la delegación se ha alzado con presea.
Este miércoles también salió por la puerta estrecha la cuatrocentista Roxana Gómez, cuarta en su heat semifinalista con discreto crono de 51.12 segundos.
En la restante final dirimida esta noche, 3000 con obstáculos para mujeres, se coronó la kazaja Norah Jeruto, escoltada por las etíopes Werkuha Getachew y Mekides Abebe, por ese orden.
Ahora la única esperanza de medalla cubana corresponde a Martínez, monarca planetario bajo techo en marzo, que saldrá mañana a buscar su clasificación en la prueba de triple.
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