Roberto Roca y sus amigos, residentes en el municipio Santa Cruz del Sur, en Camagüey, sobrevivieron al impacto de un rayo, sin embargo, uno de ellos continúa hospitalizado en estado grave.
Según relató el joven a CiberCuba, el pasado 27 de junio, fue a jugar fútbol junto a otros siete amigos, y al ver que comenzó a formarse una tormenta decidieron suspender el partido y regresar a sus casas.
"Cuando íbamos de camino al caserío sentí un corrientazo fuerte que me hizo apoyar la rodilla en el suelo. Por unos segundos estuve aturdido y con la vista en blanco. No sabía qué pasaba", recordó Roca, de 23 años.
Tras recuperar el conocimiento, tres de sus amigos estaban boca abajo en el suelo y soltando sangre por la boca, una escena que solo había visto en películas.
"Parecía una pesadilla", dijo.
Uno de los miembros del grupo, que no resultó tan afectado, le pidió que ayudara echando tierra encima de los cuerpos de los tres que estaban tirados, y es cuando se percata de que su cuñado, Diover Cardoso, era uno de ellos.
"Lo llamaba y no respondía y al ver que los otros dos ya se recuperaban y Diover seguía sin dar señales de vida, me puse muy nervioso y pedí ayuda. Incluso, alguien dijo que estaba muerto, así que imagínate cómo me puse, porque solo tiene 17 años", rememoró.
Roca avisó a su esposa, la hermana de Diover, y en eso llegó un carro que los trasladó a todos para el hospital, aunque el adolescente seguía sin respirar.
Una vez en la institución médica lograron sacarlo del paro y se sintieron más relajados, pero como estuvo tanto tiempo sin oxígeno su recuperación ha demorado más de lo normal y actualmente está grave, aunque estable.
"El miércoles lo operaron de urgencia en una zona cerca al corazón", explicó el familiar. "Gracias a Dios, salió bien".
CiberCuba no ha podido contrastar la información con fuentes oficiales, ya que en el hospital donde se encuentra ingresado se han rehusado a responder las llamadas.
Al momento de redactar esta nota, cinco de los jóvenes que sufrieron el impacto del rayo se encuentran en sus casas, pero debieron permanecer en observación por 48 horas, para descartar cualquier complicación, y fueron atendidos por un personal médico que actuó en correspondencia con la situación.
Los testigos del accidente no saben si el rayo impactó directamente sobre el grupo, porque todo fue muy rápido; aunque tienen la sospecha de que la descarga tocó tierra en una zona alejada a ellos, pero se diseminó y los alcanzó.
"Pienso que es muy duro sobrevivir a un rayo. Tiene que suceder algo como a nosotros que no nos cayó directamente", conjeturó Roca.
Familiares y amigos de Diover Cardoso esperan que se recupere pronto y su vida no corra peligro; para ello piden a todos los que tengan fe en Dios que se sumen a una cadena de oración que permita trasladar fuerzas al paciente.
Mientras tanto, tienen un mensaje para el joven: "Cuando salgas de esto vamos a llevar dos fechas de nacimiento y la vamos a celebrar como se debe. Tenemos mucha fe de que vas a salir bien de todo y volverás con nosotros".
Solo el 10% de las personas alcanzadas por un rayo mueren. El otro 90% debe hacer frente a lesiones de distinta consideración y grados de discapacidad, a veces para el resto de sus vidas, de acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
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