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La Federación Cubana de Béisbol (FCB) confirmó que los peloteros Alfredo Fadraga Pérez y Yosvani Ávalos Ruiz, quienes abandonaron el equipo nacional en el Campeonato Panamericano sub-23 en México, fueron retornados a la delegación 24 horas después de su huida y que se reunirán en las próximas horas con sus familiares en Cuba.
“Fueron tratados con absoluto respeto y consideración, sin olvidar jamás que se trata de alumnos del sistema de enseñanza deportiva cubano. Se indagó por su situación de salud, alimentaria y sicológica”, precisa el comunicado oficial, difundido a última hora del jueves, que en principio no hizo referencia explícita a posibles sanciones disciplinarias para ambos peloteros.
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La nota subraya, igualmente, que “las direcciones de la delegación y de la FCB intercambiaron con ambos atletas de modo sincero y transparente”.
La Federación Cubana de Béisbol insistió en culpar de “hechos tan lamentables como estos” a la suspensión del malogrado acuerdo de finales de 2018 entre la FCB y la Major League Baseball (MLB), y estima que la actual situación “alimenta la sed de los traficantes de personas y enemigos de la Revolución Cubana, y pone en riesgo la vida de jóvenes”.
“Existen mecanismos legales, profesionales y no politizados para hacer realidad los legítimos deseos de nuestros peloteros de llegar a la MLB. Solo lo impide la política agresiva y de doble rasero que aplica el gobierno de Estados Unidos, apoyado por sectores de la derecha y la mafia en el sur de la Florida”, concluyó la FCB.
Las autoridades beisboleras cubanas concluyeron manifestando que a pesar de lo sucedido el “resto del equipo enfrentará la fase final de este evento con la moral y el compromiso en lo más alto”.
Fadraga y Ávalos, ambos de Ciego de Ávila, fueron retornados este jueves al hotel Ramada, de la ciudad de Aguascalientes, pocas horas después de haber tomado la decisión de huir, según dieron a conocer primero medios informativos independientes.
En octubre de 2021 el equipo cubano Sub-23 que asistió al Campeonato Mundial de Béisbol en el estado mexicano de Sonora, regresó a la isla con la mitad de jugadores: 12 de 24.
Se trató de la mayor cifra de abandonos en un año en la historia del béisbol cubano. El anterior récord era de nueve fugados, en 1996, pero ese dato incluía todas las competiciones internacionales en las que participó Cuba ese año.
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